Amosaveeeer... En la pantalla de la derecha el mapa con la ruta, y en la de la izquierda, las fotos. Bote con aceitunitas... Todo preparado y dispuesto para comentar la (húmeda) etapa de hoy.
Con significativas ausencias por variopintas razones, iniciamos la etapa sin saber muy bien adónde ir, a ver en la foto, que me acuerde... ¡Ah, sí!: El sherpa-Ete (Sherpete), el sherpa-Mario, que va detrás y sherpa-Talus, cerrando la culebrilla multicolor.
Aquí tengo que decir delante de toos que, salvo razones de fuerza mayor, he prometido a Jorge que el viernes por la tarde hacemos la etapa que nunca logramos hacer por unas cosas u otras: Después de vueltas y revueltas, loma del Noruego mediante, bajar las unas inéditas zetas, en la Bola del Mundo, que tienen una pinta sherpa bastante considerable.
A ver, que me pierdo. Os cuento que decidimos tomar el camino del Chorro Grande, algo embarrado pero de una preciosidad preciosísima. Urbanización Caserío de Urgel para arriba, pasamos entre robles de un agresivo verde, debido a la humedad del ambiente (por cierto, el hombre del tiempo suspendido de empleo y sueldo por una semana). El arroyo de la Peña del Berrueco bajaba con agua como nunca.
Y así estaba el Chorro Grande, ruidoso, pletórico; in two words: es-pectacular.
Compartimos (pacíficamente) el camino con un buen número de andarines que hoy habían tenido la misma buena idea que nosotros. Con cuidadín por los resbalones, disfrutamos del paraje durante un buen rato.
Ete aprovecha para sacar unas pesetillas como fotógrafo, que la cosa está muy malita.
Pero como no llevan suelto, en pago nos hacen la correspondiente a-foto. Un poco descuadrada, pero la daremos por buena que la intención es lo que cuenta, y tal y tal.
Estos cartelillos tendrían que haber estado puestos durante toa-toita la etapa de hoy, que la niebla y la humedad dotan al bosque de tanta belleza como peligro, frase que me ha salido de corrido sin apenas hacerme daño pensándola.
Nos despedimos de este precioso sitio (ampliad la foto, no seáis tímidos)...
...para adentrarnos en la oscuridad de Mordor. Tenemos la intención de llegar al Esquinazo, el de verdad, el de la esquina más al Este de la valla de Palacio. Pero no teníamos demasiado claro cómo... lo cual es mucho más molón que si llegamos a saberlo ¿no, sherpas?
Pero antes, unas poses para la revista Macho-Man, colección Primavera-Verano...
Fijarse en los atuendos, no en los maniquises, que son de los baratos. Esta temporada se van a llevar mucho las gafas colgás, de simple adorno. Completan el conjunto las barbitas descuidadas y las patas negras y ceñidas, envasadas al vacío, estilo pata de grillo.
Después de las mariconás, y justo después de atravesar el arroyo de la Fuente del Infante, lo duro viene en la cuesta que alguna vez habíamos hecho, pero que parece que no dejó demasiada huella en nuestros cerebelos cherpas, ya que, de recordarla, habría pasado por aquí la señora tía del que la proyectó. Foto p'alante...
...corro, corro, corro... foto p'atrás, ¡ufff!
Y aunque ya conoceréis que las pendientes nunca se reflejan objetivamente en las fotos, repasando el track del gepese, la puñetera cuesta da un porcentaje medio del 44'6%, nada desdeñable, si tenemos además en cuenta lo pesadísimo del terreno, suelto y embarrado. Pero tampoco vamos a quejarnos demasiado que... ¡para esto nos pagan!
44'6% de desnivel |
Breve descanso en el roquedo que hay en la cima disfrutando, de nuevo, de las vistas que se nos ofrecen. Detrás del "bicho" se ve, entre la niebla, el Chorro Grande.
Aquí está más cerca, por si os falla la vista a vuestra edad (a mí, sí).
Hola, Mario.
Cuando un rayo de sol ilumina momentáneamente el Ral Sitio allá, a nuestros pies, yo, atento a cualquier contingencia, desenfundo y en un momentito hago esta afoto. Y es que no hay descanso para el sufrido cameraman.
La Santa Compaña, en bici, que da más susto.
Buscando por dónde atravesar el arroyo de la Peña del Berrueco, Mario desmonta. Tremendo error: el hábil sherpa se convierte en torpe criaturilla cuando abandona su montura. Resbaliza ("resbalizar" es peor que resbalar, es la acción de dar un resbalón extremo) y caaaaaaaeeeeeee...
Mientras, Ete medita sobre el sentido de la vida, que se nos pone melancólico en estos días nublados y grises.
Más bosque.
Más paisaje (Segovia a lo lejos).
Y otro arroyo que cruzar (Many rivers to croooooosssssss; pero esto ya se le ocurrió a Jimmy Cliff, recordaréis los más mayores)
Por fin, damos con la pista que sube al la Fuente del Infante. A vosotros, lectores, os dejo adivinar si la tomamos p'arriba o p'abajo.
El caso es que subimos hasta la fuente de Ruper con el corazón situado a la altura de la garganta, no sea que si echamos pie a tierra -Dios no lo permita-, vaya a pasar alguien justo en ese momento.
Bravísimo descanso, piscolabis mínimo (el sherpa es un ser frugal), un poquito de abrigo, que estamos en época muy mala, y dispuestos para el descenso.
Joaquín para, que dice que ya que se ha levantado la niebla, este es un buen sitio para hacernos una foto.
Dicho y hecho.
Y otra vez a disfrutar un rato. El terreno, aunque no lo parezca, también aquí está peligroso. A veces la rueda se hunde en la blandura y da unos sustos que pa qué las prisas.
Mario, un pelín más agresivo en su conducción... Serán los veintitantos años que le llevamos. Seguramente, será.
En el Esquinazo. Cosa extraña en los sherpas, hemos llegado al lugar donde habíamos pensado ir.
Ete atraviesa el Morete; octosílabo.
Aquí le pillo en un traspié, ¡que se piensa que no sé hacer fotos p'atrás!
Remontamos el sendero paralelo al de la Fuente del Montañero, pero está muy resbaladizo y aunque los cherpas semos un dechado de técnica, decidimos que solo un poquito más, y que vamos a disfrutar de las bajadas, que hoy sí que nos da tiempo a tomarnos una cervecita con calma.
Justito hasta aquí.
Hoy hemos recorrido unos sorprendentes parajes que se encuentran, todos ellos, como mucho a 3 kilómetros del casco urbano de La Granja el línea recta. Y en alguno de ellos nos hemos llegado a sentir como en el mismísimo fin del mundo. Todo un lujo, sherpas, que tenemos que respetar y valorar.
Y aprovechar todo lo que podamos, mientras podamos... ¡y nos dejen!
Esta foto en la que nos detenemos a observar y decidir cuál de las bajadas tomar, si por la empinada o por la empinadísima, me sirve para despedir esta entrada en la que tantas tonterías he puesto. No hay más fotos, pero sí que hubo unos cuantos kilómetros de bajadas disfrutonas, rápidas y reviradas, con algún susto -sin consecuencias- para aderezar el asunto.
¡Ah! No os olvidéis que faltan un par de entraditas sobre Peregrinos, y que lo que me falta por contar es lo más divertido del asunto.
Mientras, no olvidéis supervitaminaros y mineralizaros y esas cosas.
Jajajajaja, genial!!, sí, a ver si renovamos el vestuario, que es del fondo de catálogo , pero muy del fondo...
ResponderEliminar"las gafas colgás"....jajaja, mejor nos esperamos, que todo esto se volverá a llevar dentro de 20 años.
Vaya sitios guapos que nos hemos "pateado". 1,5km y 52 minutos perdidos monte a través en... "La Granja"...jajaja
¿Ánde vamos, por arriba o por abajo de aquellas rocas?,jaja...aquíiii, aquíii hay una senda....puff, cómo mola explorar....
Que pasada! Chulisima! Yo estoy entrenando en solitario porque no me atrevo a salir com vosotros! Ando flojo!
ResponderEliminarEte, nueva bici? Tienebuena pinta!
Te esperábamos hoy, Boli. La bici de Ete es prestada: Es la de su hermano Pablo. Cuando Ete cambie de burra, lo haré yo también.
ResponderEliminarJoeer Sherpa. No tengo el placer de conocerte pero espero que cuando eso suceda, sea en la barra de un tasco frente a una cerveza que lo de subir un 42% ya no esta para mi (ni lo ha estado nunca, para ser sincero) ahora! se me ponen los dientes largos cada vez que os leo y el acceso de babas se incrementa por 100. Joder que envidia.
ResponderEliminarPerdón por la descortesia al no presentarme previamente pero tu crónica era lo primero.:
Soy Daniel, (Danubio) amigo galapagueño de Jorge (Talus) y he tenido la fortuna de haber realizado alguna salida descafeinada y adaptada a mi nivel, bajo el tutelaje del mismo.
Espero que nos conozcamos antes de que las bicis pasen a ser recuerdos de los humanos
Un saludo. Danubio.
Un placer tenerte por aquí, Danubio.
ResponderEliminarEl 44% lo subimos... ¡pero a pata! (Y a duras penas)
Monta un día en el coche con Jorge y te vienes a disfrutar de las rutas segovianas, ya verás qué bien te lo pasas. Lo malo es que engancha, ya sabes.
Gracias por vuestro recibimiento, el amigo Talus es el culpable de que os haya conocido y os siga, por tanto deberá ser él, quién pague las cervezas el día de nuestro encuentro.
EliminarEn cuanto a lo de acompañaros, solamente lo haré si ejercéis realmente de "Sherpas" y cargáis con el paquete... Creo que el grado de "alocamiento" aún no ha conseguido elevarme a la categoría de Sherpa. Sin embargo, siempre podré participar para llevar ó recoger, bicis y/o "alocados" con el coche escoba.... y por supuesto para degustar las cervezas que se toman para reponer las sales minerales consumidas....
Un abrazo a todos....Danubio
Juan, cuando cambiéis de bici ete y tu, me apunto a la oferta! Esta chula la Ktm, bonita.
ResponderEliminarAndo por Canarias así que el finde ni bici ni na
Disculpad. Acabo de percatarme de que según el medio utilizado para enviar mi comentario, aparece con distinto nick. En cualquier caso, Donau=Danubio. Gracias.
ResponderEliminarNada... ya suponíamos. Por cierto, Danubio, los sherpas no llevamos coche escoba. El que se quede... se queda.
ResponderEliminarCuando te apuntes, no dudes que haremos de sherpas. Las cervezas, alguien las pagará, seguro.
¡¡Madre mia!!
ResponderEliminarSi por ésos lugares por donde os metisteis....
¡¡NO HAY SENDERO!!
Bueno, ni sendero, ni camino.... ni nada que se parezca...
Sois unos locos estupendos!!!!!!
Besos.