domingo, 21 de octubre de 2012

Tienen buenos senderos en el extranjero, sí señor

Aquí estamos de nuevo, queridísimos lectores, después de varias semanas sin crónica. Que sepáis que, poco a poco, iré recuperando el tiempo perdido; sobre todo la interminable crónica de Irati. No vayáis a creer que el haber interrumpido la crónica cuando estábamos perdidos en pleno bosque significa que aún estamos por allí y que no hemos vuelto, y que seguimos dando vueltas... ¡Aunque bien podría haber sido!

Pues la verdad es que ha sido difícil quedar para la salida de hoy, pero como el asunto es un clásico, ya está, no digo . Echamos de menos en la salida, eso sí, a Belén, que había prometido sus asistencia. Pero es que solo hay una cosa igual de malita que ser autónomo: ¡Ser autónoma!. Mira que os tengo dicho que os hagáis profes, que nos pegamos la vida padre y tal, y que, para colmo, cobramos cada vez más.

Sea como fuere u seriese, el caso es que pontito in the morning ya estábamos en Manzanares el Real ansiosos por que Jorge nos mostrara los senderuelos esos de los que tanto nos había hablado (y escrito). Y aunque en la sierra la cosita tenía muy mala pinta y habíamos pasado el puerto con una niebla que no nos auguraba nada bueno, en esta parte del extranjero de Segovia hacía bastante buena temperatura, la verdad. Pues , paralelos a la carretera y detrás de sh-Jorgedelajungla, animosos y contentos, iniciamos nuestra dura tarea, to-p'arriba, para variar.

 

Iniciamos la ruta subiendo senderillo arriba entre el cerro de la Jarosa y en cerro del Perro, buscando la ladera occidental de la Camorza. Aclaro, para el que no lo intuya, que este derroche de erudición topográfica es debido a que tengo aquí al lado, en la pantalla nº 2, el mapa desplegado con la ruta de hoy; que si no, de qué voy a saber yo todos esos topónimos cuando no me sé ni los de nuestra parte de la sierra.


La subida es puñeteramente "entretenida" -¿entendéis las comillas?-. NINGUNA de las fotos, as usual, hace honor al senderillo: técnico en ocasiones e inclinado siempre. Exigentillo y cabroncete, en dos palabras.


Por eso paramos para dejar pasar a un grupo que baja (¿a qué hora se habrá levantado esta gente?), y nos dan las gracias. No saben que lo hacemos para recuperar el resuello, pero es igual: Hemos quedado como unos señores.


Mirad si hacía bueno, que me hago la subida en manga corta. El fallo, no haber traído un culote corto.



Jorge, sobrao, nos hace fotos p'atrás. Le salen bien pero el mérito lo tenemos nosotros, que sabemos posar, que nacimos asín, con ese don.


De vez en cuando vemos recompensado nuestro generoso esfuerzo con bonitos parajes, como el de la foto, en la umbría de la Garganta. Las piedras de la derecha son una fuente de la que aún manaba un chorrete de agua.


Un poquillo más adelante abandonamos el sendero ya que nos comunica Jorge que lo que nos queda sería empuja-bike. Si él lo dice yo no soy nadie para dudarlo. Así que tomamos la pista para rematar la subida más relajados y charlando un poco, que en el sendero, no sé por qué, nadie dijo ni esta boca es mía.


Ademas´en la pista es más fácil hacer fotos sin tener que bajarse de la burra. El embalse de Santillana allí abajo, aquí unos amigos.


Sin saberlo, éramos vigilados muy de cerca por el mismísimo Baphomet. Pinchad en la foto y mirad la cara de malísimo que tiene el bicho, mirándonos de lado, como el que mira pero sin mirar. Yo esta noche voy a dormir entre mal y peor...


Paco sube bien; se nota su entrenamiento en el Atlas marroquí. Aprended, sherpas, de un tío cosmopolita.


En poco llegamos al punto más alto de nuestra aventura de hoy (1748 m de ). Estamos poco rato porque aquí sopla más el viento y hace desapacible.


Sé, de repente, es como una revelación, que el sitio se llama "el collado de los Pastores", pero no sé cómo he llegado a ese conocimiento. Será un don innato que tengo...

¡Pa-ta-taaaa!
Desde este punto, y hecha la foto de rigor, Jorge nos dice que comienza la larga bajada. Y la verdad es que no nos imaginábamos lo larga y divertida que iba a ser, sí señor.


Tan contentos estamos, que sin advertirlo nos desviamos hacia abajo y, cuando queremos darnos cuenta, nos vemos obligados a remontar 100 metritos de desnivel. ¡¿Qué es una etapa sherpa sin su ración de push?! Aquí justo retomamos el camino original. Jorge aprovecha.


Pues qué voy a contaros. Tenéis que haceros este senderillo, de verdad. Y no os creáis, que esta foto es, digamos, un "pateo circunstancial", que poquísimos pies tuvimos que echar a tierra. Lo que pasa es que ya sabéis que las fotos se hacen cuando nos bajamos de la burra, no en plena concentración trialeril, que no es bueno para nuestra salud.


A veces me adelantaba un poco -con permiso, ¿eh?- y podía hacer alguna foto. Pero por mucho que me adelantase, Jorge siempre se me escapaba; y eso que hoy ha bajado contenido, er bisho.


Los blues brothers disfrutando. Creo que el primero aún más que el segundo.


Las nubes descendían agarrándose a las laderas. En Segovia ya estaba lloviendo.


A veces paramos. Me limpio el sudor y para ello tengo que quitarme las gafas. En ocasiones se me olvida ponérmelas, pero me doy cuenta enseguidita de que algo no va bien, jeje:


En esta rápida cuesta, -mucho más de lo que parece en la foto-, me doy cuenta por el olor, el ruido y la vibración, yo soy muy intuitivo y no se me escapa una, de que las pastillas de freno acaban de perecer en combate. Menos mal que en la camel siempre llevo de todo, como Sport Billy. En un santiamén todo queda arreglado y puedo seguir disfrutando de la bajada, que aún queda...


Más tarde, oculto tras unos matorrales, pillo a estos descelebraus y les hago unas fotos artísticas. O casi.

Talus
Albertus y Pacus...

Unas piernas mal depiladas
Pacus again
 Y aquí estoy yo, fotos de Jorge, dispuesto a comerme todas las piedras que se me pongan por delante.


Sí que es cierto que en algunos tramos vas y piensas: "¿Me bajo o no? La verdad es tengo una familia y mañana tengo levantarme para ir a trabajar y, sobre todo, Juanito, pinsa que ya no eres un chaval. Hace muchíiiiisimos años que dejaste de serlo. ¿Me bajo o no, eh?". Y piensas todo eso, todo junto y de una vez, en una décima de segundo, y tienes que decidir. Y hoy, aparte de un par de ocasiones, la respuesta ha sido "possss... ¡no me bajo! Que sea lo que Dios quiera"; Ha habido suerte y me lo he pasado como un enano (de un metro y noventa centímetros). Al final Alberto me comentaba algo parecido: ha bajado algo más fuerte de lo que le dictaba la prudencia, pero se lo ha pasado de rechupete...

 
No sé si aquí, en esta foto de Jorge, apreciáis el gesto técnico y lo valoráis en su justa medida: aparte del dominio de la máquina, que ya de por sí tiene tela, se aprecia clarísimamente cómo agacho el cabezón para entrar en cuadro ante el descarado intento de Jorge de decapitarme vilmente. No es fácil, probadlo: ¡un sherpa haciendo dos cosas a la vez!

 
Cerca ya del final pasamos por un sitio curioso, algo así como Picapiedrilandia. No sé si son minidólmenes o mesas y bancos antivandálicos. En cualquier caso, muy chulo, divertido, variado y técnico (en su justa medida) este PR-16.


Vamos para abajo que, aunque queda poco, algún tramo todavía va a poner a prueba mi proverbial sentido del desequilibrio. Menos mal que últimamente me he acostumbrado a bajar el sillín, con lo que el centro de gravedad desciende unos centímetros preciosos... ¡y se nota! La tija-pija la dejaremos para cuando se acabe la crisis o para cuando me la quiera regalar mi querido cuñao, el sh-Sherpa que Dios guarde.


Como veis, to-p'abajo y variadito, que en el extranjero de Segovia no se privan de nada; se nota que aquí hay dinero.


Mira lo que te has perdido, sh-Sherpa. Otra vez que vengamos, te apuntas y te dejamos en el picadero dando vueltas, que sabemos que es lo que de verdad te gusta...


...que nosotros nos tomaremos, mientras, unas reconstituyentes cervecitas. Alla tua salute. Por cierto, mira tú que me ha salido rara la foto, que parece que estamos todos tristones. N'amaslejosdelarealidad, apunto


Jorge aporta, además de sus fotos, estas líneas para completar el escasamente documentado recorrido:
Subimos por sendero paralelo al arroyo de Quebrantaherraduras, tomamos un tramo de pista asfaltada y vamos por sendero paralelo al cordel de Campuzano hasta el aparcamiento de Canto Cochino, donde subimos por un sendero que va por la loma de las Casiruelas, segumos hasta la zona de Umbría de la Garganta donde decidimos tomar el último tramo de subida por la pista forestal, y subimos hasta los 1748 metros al mirador de no me acuerdo el nombre y volvemos a bajar hasta comenzar la bajada por la Sierra de los Porrones y enlazar todo el PR16 hasta abajo, en el collado comenzamos bajada por un sendero a mano derecha de la pista asfaltada y fin. Lo siento, pero aquí parece que no hay tantos nombres como en otras partes de la sierra.

El collado donde empezamos a bajar a Canto Vochino por sendero evitando las zetas de la carretera y donde terminamos en ese pequeño aparcamiento la bajada del PR16, se llama también collado de Quebrantaherraduras.
Bueno, que ya son más de las nueve y me ha llevado toita la tarde la crónica de las narices. Que el próximo finde ya veremos; que entre medias tenemos San Frutos, que también veremos. Pero, sobre todo, en un par de semanas tenemos que ir al castañar, que creo que Chomin nos ha preparado una ruta, digamos, interesante. Y recuerdo a unos cuantos sherpas por ahí que han prometido ir.

O, al menos, intentarlo...

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.