domingo, 9 de octubre de 2016

¿Alguna trialera más?

Sólo os digo que de 37 kilómetros, sin exagerar, 35 han sido de trialera pura y dura, colección constante de piedras, raíces, escalones y tierra suelta, tanto de subida como de bajada. No ocultaré, aunque lo diga con la boca pequeñita, que unos cuantos kilómetros (no tantos como los esperados, eso sí) han sido de empuja-bike.


Es por eso que os pongo unas cuantas fotos, pero teniendo en cuenta lo siguiente: en una etapa como hoy, sólo he podido hacer fotos en tres situaciones: en marcha y jugándome el tipo (hoy más que nunca) o parado mientras el resto iba en marcha (al final acabo cerrando el pelotón casi todo el tiempo) o cuando todos paran, lo cual no suele tener demasiado interés como foto sherpa.

Ete y su nueva equipación. Muy elegante.
Casi 1500 de desnivel que, según las condiciones descritas, se hacen más duros que 3300 de una etapa "normal" (lo digo con conocimiento de causa).
Saliendo del Puente de la Cantina, para abrir boca y como hacía fresquete así calentábamos un poquitirrinín de paso, subida por las Pintadas-Cartelón.

No llevábamos ni media hora cuando, al cruzarnos con unos andarines, nos sueltan "¡qué bien vais a dormir esta noche!". Y eso que no sabían lo que nos quedaba por hacer. Que si no nos pagaran lo que nos pagan, ni se nos pasaría por la cabeza, no señor.

Luego vino lo de rodear la Bola buscando la bajada de la Tubería, que hacía mucho tiempo que no la visitábamos.


El grupete quitándose lo que sobraba (no pongo a Pablo en plena faena, seguro que me lo agradecéis) y disfrutando de los primeros rayos de sol de la mañana.


Los sherpas teníamos problemas de liquidez (de líquido en esta ocasión) y nos vimos obligados a hacer un trialerus interruptus en la fuente de la Caña que, a pesar de su nombre, da agua.


Vigilando la fuente, un magnífico ejemplar de chicharra. La ponemos un casco y parece sherpa, ¡a que sí!


Viendo lo que había, J.R. hizo mutis por el foro. Cuanto más viejo, más sabio. Lo veía venir. Creo que se subió a la Bola y luego carretera a Cotos para bajar por donde siempre, con lo que pierde 500 puntos sherpas sólo recuperables pagando la tercera ronda de cervezas de la próxima. Las dos primeras son de Ete.


Por ese camino se baja. Una verdadera autopista... (para lo que nos esperaba en las siguientes cuatro horas, jeje)


Muuuuchos minutos y mucha diversión después, qué mejor cosa para celebrar la senda Ortiz que una magdalena, aunque no sea Ortiz. Estaba fosilizada en el fondo de mi camel. Pero me sentó OK.

 
Alguna de las bajadas estaban más difíciles de lo normal: sol de frente y polvareda. Se veía poco en algunos momentos. Comentaba con Joaquín que alguno de los pasaos los hicimos porque no los veíamos. Si los llegamos a ver...


Aquí me aparté del camino para hacer una a-foto. Y, de paso, para descansar los brazos.


Ya no sé si esto es Bambi, o Miedo, o Escorpión... pero lo que sí sé es que se trata de una parada a reagrupar, en la que hice foto de los que me seguían...


...y de los que me precedían. Estos últimos se meten piedras en los bolsillos para bajar más rápido, estoy convencido.


¡Eh!¿Quién me ha hecho una foto bajado de la bici?¡Que el fotógrafo oficial soy yo!


 

En vez de subir por el Calvario, que es por donde dictaba el sentido común, decidimos (decidió Chomin) bajar y bajar y bajar, recorriendo la geografía extranjeril, para tomar otras sendas mucho más divertidas y senpenteantes que el susodicho Calvario.


Hacía tiempo que no pasábamos por allí, y nos han cambiado las rotondas sin avisar. Casi nos perdemos.


Aquí ya nos ponemos un poco en serio para arriba de nuevo.


Luis hoy probaba una nueva Cannon, muy chula, pero aún sin los ajustes bien hechos. Va a disfrutar un montón de esa burra, seguro.


Yo ya no sé ni dónde hice esta foto.


Salutíferas aguas. En lo que rellenamos la camel y las botijas, el resto trama un plan a nuestras espaldas consistente en subir por la calzada, que dicen que la han barrido las piedras y la han asfaltado. Y no sé si una sucursal del bar Coyote también.


¡No hubo tal! Incluso en un tramo se me fue la olla y tiré por arriba sin darme cuenta de mi error hasta que vi a mis amiguitos como hormigas allá abajo. El Boli, recuperando fraudulentamente a pata, que no se sabía observado. Pero allí estaba el ojo que todo lo ve para poner a cada uno en su lugar.


Pablo, sin embargo, dando el callo. Bufaba como un toro.


En plena calzada, Ete. No es pose.


500 por cuatro... ¡2000 pulsaciones por minuto!. Todo correcto.


¿Por lo difícil o por lo fácil? Por lo fácil.


Chomin, ya cerca de la Fuenfría. Restaba un pequeño tramo a pata (ni Angelín) y la última recta montados, que en el puerto siempre hay gente.


"Rosita, que mejor que guardes en la nevera el primer plato"


La bajada por el arroyo del Minguete se iba a quedar sin fotos, hasta que Pablo reventó un poquitín.


Las dos fotos siguientes, sólo las van a entender los sherpas. La segunda, los lectores peor pensados, quizás también.

(Cosas del Chomin)
Y nada más (y nada menos), pero el Tris tiene otras cosas que hacer. See you.




Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.