viernes, 16 de mayo de 2014

Una sherpez más: Nueva ruta a Pájaros

Estaba pendiente desde hace casi 2 años, cuando Carlos Nardiz, Chomin y un servidor hicimos una dura subida hasta el puerto de los Poyales y, rodeando el cerro de los Claveles, llegamos a la laguna de los Pájaros.

El terreno resultó duro y poco gratificante (el marcado con la flecha roja, con una "densa y traidora vegetación de piornos y enebros rastreros") y dijimos que había que intentarlo en otra ocasión por un senderillo que se vislumbraba atravesando la cuerda por el cerro de los Claveles.



En 64 imágenes, ni una más, ni una menos, os relato visualmente la ruta. Todas las fotos son de Jorge y mías, que los demás solo hacen lo fácil: pedalear (y no siempre). Solo os apuntaré alguna referencia para localizar el lugar donde está hecha alguna foto, o comentaré alguna pequeña incidencia.


Por ejemplo, aquí estamos en Dos Cabañas. Subíamos hacia la Majada del Tío Blas.





Desde la majada, pocos pedales, muy pocos.


Un poquito más arriba nos esperaba la niebla. Y el frío, aunque aún no lo notábamos demasiado.




Cuando el terreno se despejaba un poco, comenzábamos a notar un molestísimo viento. Con él, la sensación de frío ya comenzaba a ser importante.


Jorge, atento a los tres únicos pedales que di en la subida, me hizo la foto en el momento justo. Le debo una.



2015 metros. Alta montaña. Altísima. Unos metros más abajo, nace el Carneros. No llevábamos termómetro, pero cerca de los 0º sí que estábamos. Y el viento... ese viento...


Subiendo a Los Claveles, un poquito de pedal y otro poco andando. Las fotos, para cuando ando, claro.




Y un poquito por encima de los 2100 metros, un nevero muy majete se convirtió en nuestro lugar de recreo durante unos minutos.









Este selfie me recuerda porqué no me hago más fotos.


Pa-ta-ta...

Y a las trincheras, que por lo menos se está resguardado. Un plátano, unos frutos secos y ya estamos listos para más y mejor.


Más y mejor; ¿no os lo había dicho?


El Puerto de los Neveros y Peñalara a la vista.


Lo que más me gustó de la etapa fue subir la loma que lleva a Pájaros sin ese sol que a dos mil y pico metros de altitud te aplasta contra el suelo. Subí lento pero cómodo. Ete también que sonríe el jodío.




Respetusos siempre los sherpas, nos bajamos de nuestras monturas. Total: ya estábamos acostumbrados a no-pedalear.


Me callo. Fotos.


Incluso submarinas, no os quejaréis... Venga, que me callo de verdad.




Y yo que me había traído el meyba...



 
 
 
 
 






Y la bajada, por lugar clásico. Los mortales bajamos despacito (aunque casi siemmpre montados. pocos pies echamos a tierra). En un suspiro, Chomin y Jorge se plantaron allá abajo, en el esquinazo.


Si akgún lector perdió las llaves de su Wolkswagen, que sepa que se las dejamos en el cuartel de la benetérica en La Granja.


Esquinazo landscape.

 
Y ya, hacia la fuente del Montañero, no hubo quién hiciera más fotos: frenesí y velocidad; sinvivir sherpa.


Bueno, algún momento de bajarse sí que hubo.


Pero parados, lo que se dice parados de verdad, estuvimos cuando Jorge reventó simultáneamente las dos ruedas. Estamos justo abajo de la cuesta ¿de las raíces?¿es esta? La verdad es que es una bajada interesante y molona, sí señor.


Brusco final: tengo cena, sherpas, y no puedo llegar tarde. Ciao.

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.