lunes, 20 de febrero de 2012

El viernes a las 20h (a eso de las ocho)

Quedáis todos convocados al convite sherpa, celebración de los 100.000, en el Cuartel General Sherpa sito en el Puentehierro.

Que nadie deje de venir por "timoratez" o apocamiento, que en diciembre se acaba el mundo y luego os arrepentiréis.

Única y suficiente condición: Avisar. Que tenemos que hacer el cálculo para pertrecharnos de víveres suficientes. La única que no tiene que avisar es Scarlett que, junto con sus amigas, ya se lo confirmó al sherpa-Sherpa.

Si-yu.

Unas fotillos de la vueltecilla de hoy, para que os entretengáis un rato. Aquí

domingo, 19 de febrero de 2012

Centro de gravedad permanente

Y es que hoy hemos contado con la participación especial de Franco Battiato, sherpa honorífico. El centro de gravedad es por la necesitad de equilibrio con tanta nieve y tanto hielo, y la "permanente" es la de la peluca.


Una vez dicho esto, que hay que explicaros todo, contaros que ha venido a darnos la salida a Kandiland el sherpa-Pifo, que ha asegurado que el próximo finde nos acompaña. Además, confirma que se ha apuntado a la Peregrinos, y que piensa repetir (mejorado, corregido y aumentado) el salto mortal de hace dos años. Si quiere superarlo, va a tener que entrenar duro, de veras que sí.


Un poco extraña la salida, pues llegamos a cuentagotas; yo, el peor de todos, que me quedé dormidito sin darme cuenta. Pablo, Domingo, Enrique, Ignacio... Faltaba Ete.

Sin saber muy bien adónde ir, tomamos la carretera de Robledo y nos desviamos por el sendero que sube a la cancela que hay más arriba del cementerio de Valsaín. Nada más tomarlo, Ete-II (Pabl-Ete) se reivindicaba como sherpa. La verdad es que solo un sherpa puede salir por las orejas... ¡subiendo una cuesta! Ya recuperados --él del susto, nosotros de la risa-- continuamos por el senderillo cada vez más cubierto de nieve.


En la cancela paramos a reagruparnos. Yo debí aprovechar para quitarme algo de ropa, porque el solete de la subida nos hizo sudar lo nuestro. Pero sabiendo cómo les pongo a éstos cada vez que me quito algo, me abstuve y preferí pasar calor.


La subida, bien. Lo malo es que hoy nadie se atrevía a cantar: Battiato porque se cortaba delante del s-Sherpa, y éste por lo mismo, pero al revés. Qiero decir... ya me entendéis.


Pablo, con problemas en la transmisión, resoplaba. También pasó calor en la subida, según nos comentó después.


La nieve estaba pisada y dura y la verdad es que se hizo bastante agradable (dentro de lo que cabe) este tramo, no como la subida anterior en la que la nieve poco pisadanos hizo sufrir un pelín en algún tramo, sobre todo al coronar.


La Cruz de la Gallega, todo de azul y blanco. Precioso día. Nos encontramos a bastantes andarines y a unos cuantos ciclistas. La temperatura, comparada con la de los días anteriores, también era bastante buena. Además, yo no me dí cuenta del viento hasta que a la vuelta tomamos el carril bici, así que podríamos puntuar al día con un 8 alto en la escala sherpa. Alguien comentó durante la etapa que se olía ya la primavera.


Después de tantos sudores y tanta tensión para mantener el equilibrio siguiendo las rodadas que había en la pista, paramos en el cruce con el Camino de Santiago para obsequiarnos con un merecido piscolabis. Un queso con membrillo de Chomin hecho con el cariño de siempre y unas barritas de comercio justo, muy ricas, gentileza de Pablo, nos sirvieron para reponer fuerzas.


Mientras, trataba de ponerse en contacto con nosotros Ete, el sherpa dormilón.


Llegó al poco rato. Iba pisándonos los talones. Estuvo ayer en el Bernabeu y le sentó un poquito mal la épica victoria del glorioso Real Madrid, pelín culé que es él.


Ya todos juntos, decidimos ponernos a pedalear por la carretera, puesto que por la pista por la que va el Camino de Santiago es imposible. En un alarde de velocidad mal claculado, Pablo se va al suelo por segunda vez. No tiene dominado el asunto de los automáticos, pero le queda poco.


El que desde estos momentos sufrió un calvario con los pedales fui yo: Desde aquí afirmo, aseguro y constato que las NorthWave Celsius son unas botas mu-güenas, que sí, que vale, pero incompatibles con el binomio nieve-SPD. El hueco que dejan en la suela es tan exiguo que a la mínima se llenan de nieve que rápidamente se compacta y hace im-po-si-ble enganchar la cala en el pedal. De hecho, fui todo el tiempo con los pedales sueltos... ¡hasta Valsaín, ya a la vuelta!¡Y cualquiera cambia el sistema de cuatro botas que tengo! Además, lo de la suela de carbono super-resbaladizo es otro tema añadido sobre el que ya os hablaré, seguro. O, si no, os podrían contar mis costillas un par de anécdotas muy graciosas...

Pero volvamos a nuestra historia, que no me pagan por quejarme, que si me pagaran por quejarme, me haría de oro. Anduve un rato a la cola del grupo con Pablo y cuando nos reagrupamos, los sherpas estaban departiendo animadamente con los chicos de Los Chicos, justo a la altura de la fuente de Aguas buenas, que yo en ciudad me guío por los bares y en el campo por las fuentes (y no siempre).
 

Rafa, Luis y Dioni. Oye, Dioni, que conste que he intentado sacarte guapo, ¿eh?.


De la charla sacamos en claro --ratificado por algún ciclista más con el que también nos cruzamos-- que estaba mu-malitamente para llegar a la Fuente de la Reina y que no se podía. Así que tras un breve intercambio de opiniones, decidimos dar la vuelta y probar algún divertido sendero con nieve vírgen para bajar. Quedamos en que cada sherpa me mandaría una foto en traje de chaqueta y que yo ya me las arreglaría para ponernos con el fotochop en la mismísima Fuente de la Reina, y colgar la foto como falso testimonio de nuestra apócrifa hazaña en este blog. Que los sherpas tienen una (fraudulenta) reputación que mantener y, aún más, alimentar.


Mirad cómo estaba la cosita...


Pero no os lo creeréis... Bastaron las tres primeras sílabas de un descuidado "no hay güe..." para que automáticamente TO-DOS nos diéramos de nuevo la vuelta y cargáramos con las burras rumbo a la susodicha Fuente de la Reina que Dios confunda.

¡¿A que no os lo podéis creer?!


La verdad es que había tramos en los que sí se pudo pedalear. Los menos, pero los hubo. Ya no había rodadas, y las pisadas hacían la superficie de la nieve tan irregular que se hacía incómoda y difícil también para andar. Además de la superficie, la consistencia tampoco era uniforme, de manera que a veces te hundías bastante, pues en algunos tramos sí que habría 30 cms de nieve.

El cruce con el Camino de Santiago
 

Desde el cruce con el Camino de Santiago y hasta la fuente, conteniendo la respiración y apretando los dientes a la vez que los esfínteres, se podía pedalear.

Más o menos.


Cuando llego, Franco Battiato posa ante la lápida...


...mientras le hace la afoto el sh-Sh y llegan las últimas unidades.


Y la foto, sin fotochop, que me he ahorrado media hora de trabajo. Lo malo va a ser ahora salir de aquí...


Consultados unos andarines, decidimos bajar por el "Mortirolo", que tiene unos primeros kilómetros bastante repletos de nieve de la mala, de la que nos deja ir en línea recta (¡como si alguna vez fuésemos en línea recta!)


En el puente del Minguete, incluso Chomin renuncia al desvío. Continuamos carretera(?) abajo, con precaución porque aunque hay algo menos de nieve y está más pisada, las placas de hielo son temibles y ya me caí un poquito el martes y tengo el flanco derecho para pocos trotes y tal. Y cual.


Donde se unen Minguete y Telégrafo decidimos probar. Para mí --todavía no puedo enganchar los pedales-- la nieve está en el límite de la ciclabilidad. Gruño un poco, pero como nadie me hace el más mínimo caso, sigo.


No se va mal por aquí ya que la nieve iguala las irregularidades y las losas del camino de las Peaquerías.


Foto de familia en el puente de los Vadillos. Última foto en grupo, puesto que un poco más adelante decidimos irnos por la carretera. Sin embargo, por mucho que lo intenté, la bici se negó en redondo y seguimos acompañando al Eresma en su camino hacia Segovia Ignacio, Domingo y yo. El resto, faltando a su juramento sherpa, continuó por la carretera. El único que tenía excusa era Ete, pues supongo que debería "estar pronto en casa".


Atravesamos la Boca del Asno repletita de gente. Es salir el sol...


Nadie tuvo el detalle de invitarnos a nada. Apuntamos los nombres de todos y continuamos para bingo.


Desde aquí, la nieve estaba fosilizada y de vez en cuando aparecían manchas grises que no sabíamos con certeza hasta que no las pisábamos si se trataba de hielo o de "paparrucha", you know. Había que ir con cuidado, palabra cuyo significado no está del todo claro para el pueblo sherpa.


Casi beso el frío suelo cuando intenté sacar en marcha la cámara para hacer una foto a estas islitas de hielo y nieve en el río. Tuve que parar para recuperarme del susto. De paso, hice la foto. 


Y esta otra en la que se ve la calidad del sendero. Pese a las apariencias, muy chulo.


Tuve un pequeño contratiempo cuando la rueda trasera, desinflada al extremo para aumentar el agarre, destalonó. Me costó un par de intentonas con la bomba, pero al final dejó de perder aire, selló el líquido y todos tan contentos.

El el carril bici, me propuse terminar el carrete de 36, que siempre da unas pocas más fotos, ya lo sabéis.


Posición arriesgada...


...y también aquí, ya que para este picado tuve que subirme y mantenerme en equilibrio sobre el sillín. Pero merece la pena, por lo guapos que les saqué.


Una de las cosas que más me enternece: Paseando perros por el carril bici. &##@&&%!!!


Y fijaos qué paliza se habrán dado hoy los kamorka, que le echamos mano. Hazaña que pasará a los anales. Apuntad la fecha.


Mucho peligro concentrado en una sola foto!!!!!


¡Y ya está! Que la he echado larga y casi no he podido ni ver la final de la Copa de SM de baloncesto, ganada contra todo pronóstico por el Real Madrid en un estupendo partido --también contra toda lógica-- de Llull, que hoy ha usado la cabeza.

En fin, que parece que la celebración de los 100.000 va a tener que ser este próximo viernes, que los eventos y celebraciones se nos acumulan. Estad atentos. Os esperamos a todos: lectores, amigos, rivales y también a Scarlett Johansson si se apunta.

Sed buenos.

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.