viernes, 5 de agosto de 2011

Fuente del Intendente y anatomía vacuna


Después de un mes de julio extraño, en el que las salidas han sido a cuentagotas y el único que seguía con la afición se ha roto la muñeca (sherpa-Chomin), vuelvo a darle un poco al teclado. No hay mucho que contar hasta hoy: Sherpa-Sherpa en off, como los últimos veranos. Sh-Ete, missing, no news. Sh-Enriquet en el destierro, y cuando viene sale de incóñito. Kalambres enamorado de Don Felipe y Javi, machacándose con la flaca o con la gorda, a veces acompañado por Mario, que le sigue como puede. Yo, a la vuelta de las vacaciones italianas me puse un poco con la Cannon, un par de subidas a la Bola y dos o tres salidas más. En fin...

Así que el otro día abrí el correo, y pulsé en el grupo de contactos llamado "bici". Tras unos intercambios correísticos, quedamos un grupito, para mi sorpresa, considerable: íbamos 7.

En Parque Robledo nos interceptó Pifo, todavía recuperándose de su operación de hombro. También estaba, con legañas en los ojos, Javi-Rocinante. Y desde Segovia habíamos salido juntitos Jorge (Talus), que le había sabido a poco lo de Majalasna y Carlos, un Onubense que veranea en Valladolid y se escapa cuando puede a Segovia (!).

Su publicidad en El Sherpa Loco
También se unió al grupo pedaleando desde La Granja City el sh-Periko, recién llegado de los Alpes, con ganas de re-estrenar su bici de ruedas gordas, que tenía una de telarañas... Y mirad quién apareció por allí: el mismísimo sherpa-Kalambrines, que prometió apuntarse a una eventual etapa nocturna la próxima semana. Pues te tomo la palabra. Tú hablas. Día, hora y lugar.

El Kala en su buga. ¡Está echando un culo!
El último en incorporarse al grupo fue Jorge Garrido (etapa del Castañar 2011). Y ya estábamos los siete, como en la peli de Kurosawa. 

Rocinante aún no ha arreglado su bici rota
Aquí empezamos la etapa de verdad. Cruzamos el puente de las Pasaderas para subir por el senderito entre robles que volveríamos a tomar a la vuelta, y que tanto gustó a nuestros amigos. Pim, pam, cruzamos la 601 para dejar a nuestra derecha la antigua fábrica de luz de Santa Isabel. Esta vez Periko no puso un pie. Puso dos.

Los lugareños ya estaban avisados de que íbamos a pasar por ahí
En la poza del jacuzzi casi no caía agua. Una pena, porque hacía calorcillo. De todas maneras no podíamos entretenernos demasiado.


El siguiente tramo de nuestro periplo fue el sendero de la cacera del cerro del Puerco.


Qué deciros de este sendero. Es para subirlo y bajarlo 10 veces seguidas. Bonito, divertido (de subida y de bajada), sólo hay que tener cuidado con las raíces.


Contrastes de luces y sombras y colores avivados por la tormenta de la tarde anterior.


De vez en cuando parábamos para reagruparnos. A Jorge M creo que ya le empezaba a dar problemas la GoPro.


Un claro con vistas espectaculares después de un jaral...


...precede al primer repecho del día. ¡Fijarsus qué luz!


Foto-p'atrás-torcida, técnica personal e intransferible. Es como cuando en las películas de vaqueros disparan por debajo del sobaco para sorprender al otro pistolero. A veces sale.


Y con este primer acelerón cardíaco llegamos al Juego de Bolos, pista de la Cueva del Monje, para los amigos.

Mapa de la primera parte de la ruta

Un ratito de relativamente relajado asfalto --Javi y Periko dieron un acelerón, aunque no les hicimos ni caso-- para subir por la Taquicárdica (graaacias, sh-Sh por el toque, que a uno se le va la olla) y el puente sobre el arroyo de las Quebradas hasta Prado Redondillo, donde estaban haciendo unos trabajos forestales.

Tosjuntosapretaos a la sombrita
A partir de este punto comenzaba la verdadera diversión. Cada 100 metros de pedalear, el oxígeno desaparecía de nuestro alrededor y había que parar con cualquier excusa.

Obsérvese el careto del exángüe sherpa.
Vereda de las Peñas Lisas pone en el mapa que se llama. Así sabemos contra qué maldecir.


En una de las paradas (la falta de O2 hace que no recuerde cuál) dejo la tarjeta de la cámara de fotos a Jorge, porque no le funciona la de su GoPro. Esto hace que el resto de la etapa ¡NO HAGA NINGUNA FOTO MÁS! Situación nueva para mí, que hace que el resto de la jornada me sienta extraño


Dos kilómetros y casi doscientos metros de subida. El último kilómetros es --como decía Carlos-- "R.D.C.", o sea, Ruta de Dudosa Ciclabilidad, eufemismo de "puñetera cuesta de los c****".


De todas formas, y aunque parara para hacernos compañía, el c* de Rocinante pedaleaba con soltura y sin parar de hablar. Solamente en una ocasión le ví perder pie, y en un corto tramo del final, empujar la bici.


Después de tanto sufrimiento (2,2 kms y media del 15'4 %), al final llegamos a la fuente del Intendente ¡y sin emplear bombonas de oxígeno!, como buenos sherpas que semos.


Fotos, piscolabis y pequeño debate: ¿p'aónde vamos?. Chantajes, duras negociaciones, oscuros tejemanejes y al final nos decidimos por la opción más sherpa de todas: la investigación. Todos sabemos que esto implica tener a mano el teléfono móvil con el 112 a punto, pero, qué caray, vecinitos; nos calamos nuestros cascos, nos ajustamos los culotes colocándonos bien nuestras cositas, y tiramos hacia donde la llamada de lo salvaje atraía seductora e insinuante al sh-Rocinante: "Ven, Roci..., ven Roci..."

Jorge parece enfadado con la cámara. Grrrrrr...
Mapa de este cacho-pedazo de trozo de la ruta.


Bueno. Para que os ahorréis los cálculos, os he preparado este perfil de la subidita con el programilla "Perfils". Es la vereda de las Peñas Lisas. Pinchad, pinchad.


Sin tenerlo muy claro, enfilamos una vereda que nos conducirá, ganando algo de altura (1910 m),  hasta el Boquete Alto de Majalgrillo, bonito lugar.


El mundo a nuestros pie-sssses
En la vereda del Boquete Bajo de Majalgrillo es donde fuimos --equivocadamente-- la primera vez que subí a la Fte del Intendente con Chomin y Alberto.


La senda es de andarines, pero es ciclable si se tiene cuidado con las piedras y los enganchones. Sólo recuerdo un paso en el que hay que cargar con la burra.

Eso pequeñito de ahí abajo es Valsaín
Peña Citores nos vigila desconfiada. Por ahora se libra.


En el centro de la foto y abajo, podemos ver unos hitos que marcan el sendero. Es lo que nos anima para intentarlo, aunque el los gepeses las curvas de nivel se apelotonan de manera preocupante.


Vistas alucinantes. Por ejemplo, aquí vemos Navacerrada, con la carretera que gana altura asomando entre pinos.


Desde aquí trazamos nuestro plan de ataque. La suerte está echada y cuando comencemos a bajar, ya no habrá marcha atrás.


Este es el panorama con el que nos encontramos. La salida tenía que estar por ahí, no había otra posibilidad. Pinchad en la foto, pinchad... No tenía demasiada buena pinta, pero al final sí que había camino.


Una última mirada a los Siete Picos...


...y a la caseta de la Camorca, allá abajo.


Es verdad que paramos nuchas veces, como dice Jorge, pero es que no era fácil localizar los hitos que marcaban el camino. Y cuando yo me ponía a la cabeza la expedición se perdía irremisiblemente (ver las eses del track, es cuando tiraba yo). De vez en cuando en el bosque se abría un claro, y las piedras dejaban el terreno libre para soltar más el freno. "Suelta freno, suelta freno", que diría el lesionado sh-Chomin. (En cuanto te recuperes, es la primera ruta que tienes que hacer).


¿Por dónde tiramos? Hacia la derecha, en la foto, se ve el sendero (?). No os miento, sí que es ciclable.


Ahora que está marcada en el gepese y que sabemos con seguridad que tiene salida, esta bajada tiene una pinta estupenda. Tenemos que hacerla de una sentada y --Jorge--, tenemos que grabarla entera, una GoPro p'alante y la otra p'atrás.


En esta captura del Guguelerz podéis ver la "calidad" del terreno, bastante escarpado, con muchas zonas rocosas. Hacia el este no hay posibilidad de escape, al menos por encima de los 1500-1600. En verde, el track de una anterior incursión por este territorio.

Por cierto, que se ve la diferencia de calidad de recepción entre los dos gepeses: el verde es del antiguo eTrex Vista, y el blanco del Dakota 20. ¡Como del agua al vino!. En los dos casos, por cierto, configurados del mismo modo: grabación en modo "normal" y sin recepción de señal WAAS.

Bueno, a lo nuestro: Aquí aparece sh-Periko escoltando a sh-Pifo, que había estado atendiendo su "oficina portátil", además de haber tenido que solventar algún problema mecánico. Luego me he enterado que también estuvo mejorando su técnica de aterrizaje ;). (Dr. Ibáñez, si está Vd leyendo estas líneas, no se lo tenga en cuenta).

Por cierto, Dr Ibáñez, ¿para cuándo una etapilla?. El equipo está pidiendo a gritos un traumatólogo oficial.


Jorge G sonríe. Creo que se divirtió bastante.


Y Carlos va mejorando su técnica, que no tiene demasiada experiencia en este tipo de bajadas; pero se hizo con ella, como un jabato.


¡¡¡Peeeeeeedro, Peeeeeeedro... que esto mejooooooora!!!


A unos 600 m de la CL-601 nos cruzamos con una prometedora veredita, de modo que decidimos seguirla hacia la derecha. Yo pienso que podemos desembocar en la bajada de Ceniceros, pero nos queda algo más lejos. Se trata de la Vereda del Robledillo.

Discurre paralela a la carretera y desemboca en el Vado de la Perdiguera (frente al Puente de Navalacarreta), como la de los Ceniceros. La tormenta del día anterior la ha coloreado de un verde agresivo: Pinos, acebos y helechos que ocultan la senda por completo en algunos tramos.


En un pino, un cartel nos anuncia la fuente del Charco de la Rana; pero después de un rato desistimos sin haberla encontrado. Habrá que volver.

Acebos. Les dan cera todas las mañanas.
Por cierto, si miráis en este mapa, pasamos por Tetas de Vaca; si volvéis al primero, la vuelta la hacemos por la Pata de la Vaca (también resaltado en amarillo), saliendo de Valsaín. De ahí el título.


Otro día habrá que buscar el solomillo.

Al final, la senda gira y salimos justo frente a la Boca del Asno(?). Me tomo la licencia y, para no desentoner, bautizo el lugar en el que esté tomada esta foto como la Oreja del Escarabajo, ¿vale?


Después, ya todo fue pedalear por zona civilizada (demasiado civilizada, me temo). Orilla del Eresma, Valsaín por "los camiones" y bajada por la revirada senda entre robles hasta el puente de las Pasaderas. Luego, cola del Pontón.

El el carril bici comienzo a notar un toc... toc... extraño. Miro la cubierta delantera y no me lo puedo creer. En vivo y en directo era mucho más impresionante.


Al cambiar la cubierta, he hecho esta foto. Parece un fotograma de Alien, o de La Invasión de los Ultracuerpos, pero es la goma "comida" por el amoniaco que tiene el líquido sellador.


Como el sherpa es el único animal (aparte del hombre) que tropieza dos veces en la misma piedra, he vuelto a poner la misma cubierta que tenía (Kenda Nevegal UST 2.1). Estaba muerta de risa en la rueda delantera con la que hice el Camino el año pasado.

Y, para revivir los momentos pasados, nada mejor que el súper-vídeo de Jorge:



El track de la ruta, con su perfil y todo, está en Wikiloc.

Ah, y por si alguien piensa que he tardado demasiado (aunque sea cierto), pongo a modo de créditos las aplicaciones que he usado en la realización de esta entrada: Blogger, Firefox, GoogleEarth, ACDSee, FSCapture, Ozi Explorer, BaseCamp, MapSource, Perfils, Geosetter, QLandkarte GT y Wikiloc. Esta vez Jorge me ha librado del Vegas. ¡Uff!

Ya no recordaba yo el trabajo que supone esto. Voy a reclamar una revisión salarial YA.

P.D.- Al revisar la ruta en Wikiloc, veo ésto. Revisadlo a ver si encontráis algo curioso. Porque tengo entendido que la publi la ponen atendiendo a los intereses de los consumidores. Lo de Lanzarote, vale; lo de la ropa de ciclismo, bien. Pero yo, puedo asegurarlo, llevo simpre el sillín encima de la tija.


 ¿Algún sospechoso?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Mira que me cuesta escribir...

A la espera de las imágenes de la etapa del miércoles 3 de agosto (ya os contaré), cuelgo el mapa de la etapilla.


No he podido terminar la crónica por culpa del sherpa-Sherpa, que me ha llamado para dar una vueltecilla, pero está a puntito de salir.

Manténganse a la escucha.

Una fotito de la "vueltecilla" de ayer. Está en Panoramio. Hacía una bonita tarde, sí señor.

Pincha, que tiene un buen tamaño.
Hace un millón de años que algunos sherpas no pasan por aquí. Así que, sin mirar en el enlace de Panoramio, a ver cuánto tardáis en reconocer el lugar exacto desde el que está tomada.

lunes, 1 de agosto de 2011

¡Acabo de recordar que tengo un blog!

El miércoles a las 9 de la mañana en el Excálibur. El que pueda, que se anime, ya sea sherpa o sherpo.


No escribo más, que he perdido la costumbre.

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.