domingo, 19 de junio de 2011

Dos por el precio de una

Y las dos son, por este orden, la nocturna a la Camorca y la Acebeda (el viernes) y la del domingo, a la fuente del Intendente. Pero vamos por orden, una a una y con calma.

La primera sería una etapa normalilla, si no fuera porque la bajada desde la Camorca y por plena Acebeda la hicimos completamente de noche. No nos apuntamos muchos: Ignacio, Ete, Chomin, ranger Huertas y la participación especial de nuestro corresponsal en Madrid, Jorge. ¡Ah! y yo. Cuelgo aquí el vídeo que ha hecho Jorge:



Jorge también grabó la etapa y la pongo aquí. Veréis que la vuelta la hicimos por senderillos molto divertentes; no es que nos perdiéramos, sino que delante iba Chomin, y ya sabéis qué pasa... ¡Que no sabemos decirle que no!.


Cuelgo unos "mosaicos" con todas la fotos (de Jorge y mías) ordenadas cronológicamente. Así, además de ahorrar en tecleo, os entretenéis reconstruyendo el recorrido.

En el primer grupo de afotos llegamos a la fuente de San Pedro, mientras nos alcanza Domingo, que había salido un poco más tarde. Subimos hasta la pista ("los troncos").


Aquí arriba esperamos al inefable sh-Sherpa, que últimamente se ha empeñado en subir solito por Revenga y por la Nunca-Bien-Ponderada. Llegamos a la fuente de los Pastores.


La luz es espectacular. Cuando subimos por el Camino de Santiago, las sombran empiezan a invadir, poco a poco, el bosque. Aquí llegamos hasta el cruce con la subida a la Camorca "por detrás".


Por la Majada del Cochino que, por lo sucia que estaba, parece que no es muy conocida ni transitada. Por mí, que siga así.


Y superamos las últimas rampas para llegar a la cima de la Camorca justo en el lubricán. (Sherpa-Sherpa, apunta este palabro que seguro que te gusta).


Los Kamorka no estaban en casa, así que nos entretuvimos en esperar la salida de la luna (no la vimos salir) y en tomar unas chuches ("unos chuches", diría Rajoy). Hacía un frío considerable.


La bajada, repasadla en el track que he colgado al principio, porque yo, como buen sherpa, iba reconociendo más o menos sitio, pero normalmente estaba perdido del tó. Palominos, Navalternero, la cacera del Azud... Alucino cómo buscaba (¡y encontraba!) Chomin los caminos y las trochas en la oscuridad que nos envolvía. El Ranger Huertas ("¡Chomin, tira ya p'abajo!"), más suelto que otras veces, se lo pasó de lujo. Jorge --que llevaba en la cabeza una de las naves de Encuentros en la Tercera Fase"-- también disfrutó un puñao (o dos).


Reconozco que en un par de ocasiones, a pesar de las potentes luces, no ví una rodera o una piedra, y casi doy con los piños y, con ellos, el resto de la jeta en el duro suelo. Recuerdo haber pensado por una décima de segundo "¡Qué triste que lo último que vea en este mundo sea un pedrusco!..." Pero bueno. Acelerón cardíaco momentáneo, y a otra cosa.

A la una de la mañana una cervecita fresca cura cualquier cosa. Habrá que repetir.

Domingo

SUBIDA A LA FUENTE DEL INTENDENTE



Para comenzar bien la etapa, el Ayuntamiento nos puso un camión que nos iba refrescando el terreno en una jorhada en la que el cielo azul anunciaba buen tiempo o, más bien, calor.


Domingo y yo, que nos habíamos librado de pasar la aspiradora, enfilamos el carril bici para encontrarnos con Boli y Alberto en Parque Robledo. En el camino nos encontramos con varios grupos de bikers, entre ellos los Segobike, que iban a hacer la etapa de los chozos.


El grupo de 4 teníamos la vaga, difusa intención de buscar la subida a la fuente del Intendente, de la que habíamos hablado hace unos días con Rocinante, hoy convaleciente de los festejos conmemorativos del final de curso, etc, etc...


Tampoco lo teníamos demasiado claro, porque la fuente del Intendente está en la ladera de Peña Citores y de Dos Hermanas (¿ya cerca de Sevilla?), en una zona de curvas de nivel muy requeterrejuntitas, y a 1900 de altitud. Pero si se podía, había que intentarlo.

Alguna vez, hace tiempo, yo ya había subido por una pista que salía desde Prado Redondillo, perpendicular a la carretera, hasta La Espera del Rey, lugar en el que seguir en bici se hacía bastante difícil.


Sin tenerlo demasiado claro, comenzamos a subir hacia la fuente Merendera, lugar que yendo solito, sólo logro encontrar con el gepese. Esta vez, como íbamos con Chomin, daríamos con ella a la primera. Pues nada: Hacia el camino de Navalonguilla, con todas sus cuestazas.


Alguno de los tramos ya estaban bastante secos, y se perdía tracción si no nos andábamos con cuidado. Y, ya sabéis, volver a enganchar las calas no es tan fácil si la cuesta se pone tonta.


Chomin dice que hacia la derecha. 


Para estos chicos, este camino es nuevo.


Pronto llegamos a uno de los lugares de la sierra que más me gustan: la apartada fuente Merendera. Sitio escondido, perfecto para reponer fuerzas. Por cierto: ¿Quién se ha llevado las calaveras de vaca que adornaban el lugar?.


Un potente chorro de gua fresquita.


Hasta el 19 de junio de 2011 todo el mundo creía que la salida de la fuente se hacía por el mismo sitio que por el que se llegaba hasta ella; pero este día nosotros abrimos una nueva ruta. Es fácil: Toparriba, por medio de los helechos, que no muerden.


Y, re-encontrado el camino de Valbuena seguimos, solo que esta vez... ¡¡¡para arriba!!!. Aquí las piernas me recordaban que qué hacía allí, que tenía que estar pasando la aspiradora en casa, como los otros sherpas.

Pero ya no había remedio.


Boli parece que sonríe... pero no.


Al cruzar la pista preguntamos a un lugareño por el acceso hasta la fuente del Intendente. No nos aclaró demasiado, aunque sí que nos dijo que las bicis, lo más seguro, iban a rehusar, como los caballos en los concursos. 


Lo que no sabía el lugareño es que nuestras bicis están más locas que nosotros, si cabe. Así que enfilamos la vereda de las Peñas Lisas, aunque en esos momentos de ofuscación todavía ignorásemos su nombre.


La verdad es que si en esos momentos nos preguntan, tampoco habríamos sabido cómo nos llamábamos nosotros mismos, de lo duro que se estaba poniendo el terreno. Yo llevaba el corazón en las orejas: pum, pum, pum...


Y Boli dice que hasta aquí ha llegado. Que ya está mayor y que abandona el ciclismo profesional para dedicarse a la cría amateur de gusanos de seda. La cara lo dice todo.


Estábamos con los abrazos y las lágrimas de la despedida, intercambiando tarjetas de visita y números de teléfono, cuando de la mismísima nada aparece Tanis con sus dos compañeros de marcha (de marcha, de andar, Mamen). Tanis, que no sé qué concepto tiene de las cuestas y de las bicis, dice que vienen de allí arriba, y que claro que sí, que nosotros sí que podemos llegar con nuestras burras hasta la fuente del Intendente. Faltaría más. Un par de cuestecillas, luego a la derecha y, después de un giro de 180º, que ya casi estamos.


A mí, cuando me dicen que hasta tal sitio es imposible llegar en bici, qué queréis que os diga: me motiva. Ejemplos a patadas tenemos los sherpas. Pero las palabras de Tanis me preocuparon sobremanera...

Las de más abajo ya estaban bien, pero aquí las "cuestas" se llamaban "cuestas" con razón. Cada vez que echaba la mano a la cámara, la cafetera subía 20 pulsaciones de golpe. Y subir un tramo, por corto que fuera, a una mano, me costaba un triunfo o dos.


Siguiendo las indicaciones de Tanis (al menos eso creíamos) nos desviamos a la derecha por el camino al Boquete Bajo de Majalgrillo (¿quién pone los nombres a estos sitios?). Para colmo, en algunos lugares, se acumula serrín de una manera exagerada (ampliar foto, ampliar) y nos hace avanzar muy malitamente. ¡A ver cuándo barremos esto un poco!.


Si miráis en el mapa, el ramal sur de la "Y" invertida es el camino equivocado que cogimos.

 

Muy chulo, pero equivocado. De todos modos, aunque en todos los mapas desaparece y muere donde nos dimos la vuelta, vimos que seguía ladera abajo. 


Después de echar un ojo a los alrededores...


...decidimos dar la vuelta para buscar un camino más lógico, y volver otro día de investigación.


Pero sí que debíamos de estar bastante fuera de las rutas comerciales civilizadas, porque en el móvil ya me aparecía un aviso de roaming o no sé qué.


En este recóndito paraje vimos con preocupación cómo un enorme ejército de millones de hormigas se preparaba para invadir la tierra e imponer su yugo sobre la humanidad. Cuando alguna de ellas se nos comenzaban a subir por los tobillos, abandonamos el lugar a toda prisa. Quizá el 2012 sea el año en que estos himenópteros cumplan la profecía azteca (!!!!!!!!!).


Bueno, como para eso quedan todavía unos meses, nos dimos la vuelta para tomar, un kilómetro más atrás, el caminito que devoraba las curvas de nivel con ansias perpendiculares (¡ostras, lo que me ha salido!).


Más palos, más cuesta... ¡A veces hasta se podía pedalear!.


Este árbol nos dijo que no sabía qué era eso con ruedas que llevábamos debajo, que nunca había visto algo parecido por estos lares. Le contestamos que "ya", pero que se callara, que los árboles no hablan.


Y un rato largo (y medio litro de sudor) más tarde, justo antes de alcanzar los 1900, divisamos la fuente de los coj... digo del Intendente. 


En la foto de abajo, la huella de Tanis (como un Neil Armstrong de la sierra) en las proximidades de la fuente, confirmando que era verdad que habían estado allí.


Conquistado el hasta hoy inexpugnable waypoint... ¡nos dimos a la bebida!.


Una pequeña praderita acompaña a la fuente, perfecta para descansar un ratillo. La pendiente del lugar es considerable, como puede apreciarse. 


La fuente, propiamente dicha:


Un gnomo nos hizo esta foto a los tres intrépidos expedicionarios.


Luego, ya fue todo para abajo. La salida de la fuente, preciosa. Muy pendiente y salpicada de piedras y vegetación, nos divirtió bastante. Sólo una foto, que no se podía sacar la cámara de fotos sin riesgo de caída.


Casi toda la bajada está grabada en vídeo y, como es terreno desconocido para el resto de la sherpería, os pongo una peliculilla para que os hagáis una idea. Poneos cómodos, que es larga...





Atentos, que aparte de ésto, queda más: la crónica de la etapa que Jorge, nuestro corresponsal madrileño, se metió entre pecho y espalda hace unos días: los 125 de San Lorenzo.

Lo publicaré a lo largo de la semana.

¡Ah! Que se me olvidaba poner ésto. Gracias a Toñi (siguelsendero.blogspot.com), fan y seguidora número uno. Bastante más que otros sherpas, que ni entran en el blog. Y no miro a nadie. Para más señas, son de los que no se duchan cuando vuelven de nocturnada y se van a dormir. Pero no miro a nadie, repito. Además... como no estran en el blog...


Que sepáis, sherpas, que con la dotación económica me he quedado yo solito. Y me voy a dar una mariscada a vuestra salud.Gracias a todos los que leéis esta cosa y, cuando me véis por la calle, no me tiráis piedras.

¡Cómo estoy! También se me olvidaba que en breve aparecerán fotos de 85, de cuando los sherpas, siéndolo, aún no sabíamos que éramos sherpas.


7 comentarios:

  1. Chavales, un placer salir otra vez con vosotros. La bajada fue muy divertida, y sobre todo acertado por parte de Chomin el recorrido de bajada por sendas y senderos técnicos que de esta forma nos obligaron a no bajar demasiao despendolaos en la negra noche, aunque algún susto si que te llevabas con alguna piedra o tronco oculto en la verde vegetación.

    Saludos!!

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  2. Qué envidia la nocturnada. Ah, y esas cervecitas al final..., eso sí es vender, ja, ja, ja.

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  3. Hola Sherpas!!
    Bueno, yo soy seguidora de vuestro blog... pero ahora... MAS!!!!
    Por favor!!!
    ¡¡Pero si no teníais que ver na de na!!
    ¡¡Para haberos mataoooooooooo!!

    Sois unos intrépidos!!!

    Muy chula la nocturnada, mucha adrenalina!!
    Uffffffff Un saludo SHERPAS!!!!

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  4. Queridos Sherpas, muy buena la ruta, una faena que flojee a los 1700 m y no pude terminar.
    Tengo mala noticia del médico, me han diagnosticado una cosa rara, (bueno, no tan rara pero no se como se llama), en las manos ( de las vibraciones y esfuerzos) me han dicho que na de bici en un par de meses!!! Si no se apaña con rehabilitación, operan (algo muy sencillo).
    Cago en to! Total, empezaré a hacer senderismo y a correr.
    Os sigo en el blog y en cuanto esté listo, vuelvo!

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  5. ¡Vaya mala pata Boli!
    Puedes ir a una mano y con la que no puede agarrar, usas la cámara de fotos. Me relevas estos dos meses.
    ¿No será ese régimenque te han puesto?

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  6. Miercoles 22, etapa chu, chu, chuuu, chuli. A las 18'50 estaré en la estación de Renfe para tirarme al tren.
    A las 23'00 h. aprox. estaremos en Segovia. Si álguien se apunta, que lo diga, que lleve la autorización firmada... y no olvide la linterna.

    Chomin

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  7. Ca....ones!! Manda pelotas, he empezado rehabilitación y me dicen que igual la lesión es de usar la blackberry. Al mandar todo el día mails desde esta, le doy mucha caña al dedo pulgar. Vaya tela, marinera.
    Nos vemos pronto!!

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.