¡Viva San Frutos pajarero!

Gritemos todos al unísono: ¡¡Viva!!.

Gracias a la festividad de nuestro Santo Patrono, me da tiempo a descansar hoy un poco y a hacer la crónica mañana. Viva otra vez.

Allá va (ya es mañana):

La palicilla ha sido notable, pues aún estoy falto de kilómetros por la sierra. He subido despacito, pero los 65 km rompepiernas se notan... ¡También al teclear!. Por eso la crónica se ha hecho esperar unas horas más de lo normal, pero heme aquí, fresco como una rosa.

Nos levantamos pronto, en un día feo, fresco y con la sierra cubierta de nubes. Mala pinta tenía la cosa.

En el Azoguejo, donde esperaba encontrarme a Chomin y Rocinante estaban, además, Luis y Dioni, charlando con tres bikers desconocidos. Se trataba de tres cordobeses que habían venido a pasar el finde con sus familias, y habían aprovechado para traerse sus burras y practicar un poco esto del mtb. (Viva también San Rafael Arcángel, custodio de Córdoba, cuya festividad se celebra el 24, y permitió a nuestros amigos acercarse por estos lares).

Los 8 llegamos hasta Parque Robledo, donde nos unimos a Israel-Kalambres, Periko, Boli y David, nueva incorporación. Por asegurarme, le pregunte a sh-Kala que qué tal. Como me respondió que ya había hecho de vientre dos veces, yo me quedé tranquilo. Mientras, los cordobeses desayunaban algo en el Santana, pues iban con la andorga vacía, y eso es mala cosa.

En estos momentos éramos 12 que, juntitos pero no revueltos, nos dirigíamos hacia Cotos. Sh-Comin y sh-Kala querían pasar a Rascafría, pero no íbamos demasiado bien de hora.

Un rato de diversión por el Eresma, y reagrupamiento en la Boca del Asno. Las nubes abrían y dejaban pasar una luz espectacular. El bosque estaba bonito de veras.

Subidas y bajadas rápidas, y alguna caída más tarde, de nuevo reagrupamiento en la fuente de la Cantina. Piscolabis rápido, que hay que cargar pilas para la puñetera subida a Cotos. David se dio la vuelta, era la primera vez que cogía la bici. Hizo bien, pero le esperamos en próximas etapas.

Boli y yo subimos de escoba, y llegamos los últimos. A mitad de la subida, los Kamorka -que nos habían olfateado en la distancia- nos rebasaron a nosotros, aunque no alcanzaron a la cabeza del pelotón. Casi llegando, vemos que sh-Periko inicia el descenso solito, que tiene prisa por llegar a casa, que se le enfría la comida. Primera deserción.

Rematamos la ascensión sin ponernos nerviosos y sin intentar seguir la estela de los últimos Kamorka. ¡Esto es autocontrol!.

La verdad es que las piernas no están en su mejor momento... Pero atentos, que vendrán tiempos mejores.

Arriba éramos unos 15. Los Kamorka se dividían en dos grupos: Unos de vuelta y otros a Rascafría. (Contadnos a qué hora llegasteis, Kamorkas). Vicente-Kamorka apostaba que antes de las 3, pero si hicieron lo que decían, no me lo creo ni con comodín.

Luis y Dioni, cuando oyeron que pretendíamos hacer una bajada muy "bonita", se olieron el asunto y bajaron por donde habíamos venido. Y aunque se perdieron una bajada de verdad bonita, hicieron bien, que ya nos conocen un poco.

En estas, que el de la bici rota dice que se sube a la Bola del Mundo. Los demás ya sabíamos que la bajada la haría por carretera, como así fue (no te enfades, Javi).

Tramo pesado (y fresco) de carretera hasta Navacerrada, y subida a coger la senda Maravillas. Y es que vaya puñeta esto de iniciar una bajada subiendo y subiendo...

Desde aquí, frenesí, adrenalina y diversión. Kala se nos pierde, uno de los cordobeses (¿Rafa?) se nos cae en la cuesta del Periódico... Por cierto, ¿qué tal estás?¿Alguna secuela?.

La verdad es que la bajada estaba (relativamente) bien, porque todos sabéis en qué condiciones está el Periódico cuando hay humedad y las raíces y, sobre todo la roca grande, la convierten en una pista de patinaje. Pero si no se conoce es peligrosa.

Pero siempre divertida.

Aquí cuelgo un trocito de vídeo. Como siempre, tengo todas las bajadas grabadas enteras, pero aquí están editadas. También deciros que tengo el vídeo en calidad total, no como aparece aquí, que pierde con la conversión, ya sabéis.

En el tramo final (Eresma, Valsaín, Pontón) nos quedamos solos Domingo y yo; Boli acompañó a los cordobeses por carretera, que tenían prisa y mesa reservada. Nos tomamos la cervecita con Kala en Parque Robledo, que allí nos estaba esperando. He oído que sh-Roci se encontró con la banda de los cuatro que iba por carretera, y les acompañó hasta Segovia.

Pues eso: Espero que los amigos cordobeses (Rafael, Juan Carlos y Antonio -Chico-) se lleven un buen recuerdo de estas tierras, y que el cochinillo estuviera bueno. Saludos desde Segovia.

El track de la etapa es gentileza de Rafa, el cordobés: