lunes, 9 de agosto de 2010

Camino de Santiago v2010 - Etapa V

Etapa 5 - 24 de julio de 2010.
O Cebreiro-Palas de Rei, 89 Km.
Desnivel acumulado: 1642 m.
5 horas y 32 minutos pedaleando.
Salimos a las 9:05 y llegamos a las 16:35.


Ya podían haber
enterrado al Apóstol
en la villa de Valseca
(o en sus alrededores)


Nos levantamos, tomamos las clásicas tostadas con mantequilla y café, y tres bostezos más tarde estamos cogiendo el agua que, media hora más tarde, ya estará como un caldo. Que aquí no hay hielos, como en el Tepa.


Nos equivocamos al salir (siempre sherpas), y tomamos un camino que no es el correcto. Subimos por una senda dura (a estas alturas nos parece lo más normal del mundo), y nos damos cuenta a los 900 m. Damos la vuelta, bajada a todo trapo, y tomamos la carretera, que es el camino fetén. Así conocemos mejor Os Ancares ¿no?.


Probamos nuevas posturas (¡siempre probando nuevas posturas!) pues es importante que nuestro cuerpos de sherpas no se agarroten en la bici, que son muchas horas encima del sillín (el que lo lleve, que yo sí).


Adios, piligrinas. ¡Míralas qué majas!. ¿Nos sonríen, o es que se ríen de nosotros?.


Sin darnos cuenta, llegamos al Alto de San Roque. ¿Dónde está el perro?. Esta mañana hay muchos peregrinos, los han soltado a todos a la vez.


Pronto comienza lo divertido. San Xoán y el comienzo de la subidita al alto del Poio. Suspiro hondo y pongo el molinillo. Mi corazón ya sabe lo que le espera, pues ha subido de pulsaciones antes de empezar a subir la cuesta.


Hago esta foto cuando pierdo tracción :( y echo pie a tierra. Cuatro bocanadas de aire más tarde reinicio la marcha. El grupito de peregrinos alucina. Y nos da los ánimos que nos faltaban para superar (sin más pies a tierra) la puñetera, empinada, suelta y pedregosa cuesta hasta el alto del Poio de las Narices, a 1.340 metros, (chavalines, estamos en el punto más alto del Camino Francés).

¡Que dan ganas de bajar para volver a subirla!.


Así acabaron las piernas de Javi tras el esfuerzo. ¡Que esto no es una maratoncita, chavalín, que la bici es p'a hombres!.


En casi cualquier sitio había motivos para hacer una foto.


Por ejemplo, en este mirador.


Además, hay que aprovechar, que en Galicia no es tan fácil que hagan días como los que nos está haciendo. Sol, calor, cielo azul...


Le pedimos a un japonés que iba con su madre (¡cosas se ven en el Camino!) que nos hiciera una foto. Los sherpas hablamos muy bien el japonés, y nos entendió a la primera. Si hubieran sido los Rangers, seguro que no les habrían entendido, que sólo saben inglés. Y los Kamorka... ¡los Kamorka ni habrían parado!.


Desde aquí, muchas bajadas. Pocas fotos, porque no se podía parar tantas veces. En algunas había que separarse del de delante porque la polvareda no dejaba ver. O porque la caca de vaca te saltaba a la cara, que esto es Galicia rural. En cualquier caso, encomendándonos al Santo Santi, porque una caída habría sido grave (recuerda, lector, que llevamos las alforjas y la bici se comporta raritamente).


En medio de una divertidísima bajada nos encontramos con uno de los satélites (así les bautizamos cuando  les vimos ayer en O Cebreiro) que había pinchado. No tenía cámaras, ya que cuando pinchaba una, la tiraba "porque sólo costaban 3 € y no valían nada". Así que Periko le regaló una que llevaba. También le regalamos el consejo de que no tirara las cámaras y las reutilizara gracias a un nuevo invento  llamado "parche", y que está disponible en algunos establecimientos especializados. Le ayudamos con la reparación, que ya sabemos qué es eso de pinchar en el Camino. No fue fácil, porque la caca de vaca es muy resbaladiza.


Y seguimos p'abajo, arriesgando un pelín y con las mochilas que parecían cocteleras.


En Triacastela un peregrino dormitaba al sol con las piernas atravesadas en medio del paso. Le despertamos justo a tiempo, porque Javi seguro que no iba a parar.


"Llano" es una palabra desconocida por estos pagos. Atajos, trochas, sendas, asfalto rural..., pero siempre lejos de la horizontal.


Corredoiras que atraviesan densos bosques, hayas, robles, algún eucalipto y muchas más cosas con hojas verdes que no me dio tiempo a identificar.


En esta etapa no se puede decir que atravesáramos pueblos. En esta parte y ya hasta el final, las edificaciones están dispersas y tenemos continuos cambios de asfalto a tierra. Vamos silbando para avisar a los peregrinos que van a pie. Si van dos por medio del camino, indefectiblemente el de la derecha se cruza a la izquierda, y viceversa. ¡No falla!.


Hay árboles a un lado del camino...


..pero también en MEDIO del camino.


Zona técnica en la que Dani se luce delante de los pilgrims.


Un tramo muy bonito, 5 km antes de Sarria. Si hubiera estado el tiempo más "gallego", no lo sé, pero en un día como hoy, con solete y temperatura alta, daba gusto hacer este tipo de pasos.


En Sarria paramos a sellar en Protección Civil y, cuando me descuido, me encuentro con esta escena que me ha marcado para siempre. "Insiste un poco aquí, que la piel no chupa el aceite", "Ay, que me haces cosquillas, loooOooca" o "frota, frota sin miedo" fueron algunas de las frases que oí justo antes de salir corriendo a vomitar en la esquina más cercana.

(Claro, que hay que entender que Pedro llevaba el coulotte blanco).


Dani, espantado, huye.


Más Galicia.

Peregrinos de todas las edades nos saludaban: "Buen camino, sherpas". "Buen Camino, piligrinos", respondíamos jadeantes.


Aquí alguien se cayó, pero uno no puede estar en todo, y no hay foto de la acción; pero sí del lugar.


Y en el mismo sitio alguien me hizo una foto.


Tractores conducidos por recias campesinas tenían preferencia de paso. ¡Cualquiera las dice nada!.


Corredoiras y más corredoiras. Bonitas y duras, como la etapa en general. Daba rabia no poder parar a hacer fotos con más calma. Casi todas están hechas en movimiento, encima de la bici, y al final eso cansa. Pero los lugares eran espectaculares y los "saboreábamos" sobre la marcha.




100 km. Nadie antes se había hecho una foto aquí, ¿no?. ¡Esto está hecho!.


Cerca de Paradela, nos pasamos otra pantalla. Esta vez se trataba de mantener el equilibrio sin meter la rueda en el canalillo central. Superada a la primera, fuimos premiados con 500 puntos y una vida extra.


En este caso se trataba de descender atravesando la aldea, sin que ninguna caca de vaca se quedara adherida a nuestras gafas, impidiéndonos la visión. Muy recomendable hacer el tramo con la boca cerrada.


Y por fin llegamos a Portomarín, ciudad que tuvieron que cambiar de sitio al construír el embalse  de Belesar, en el Miño. Y, claro, tuvieron que situarla en un alto.


Allí encontramos a Enrique, bicigrino segoviano, haciendo el Camino en solitario. Pedro y Dani ya tenían noticias de que andaba por delante de nosotros.


Llenamos el depósito de gasolina, que llevábamos 65 km sin repostar y la luz ya parpadeaba.


Iglesia-fortaleza almenada San Nicolás, cúbica construcción de un predecesor de Moneo. Tímpano y arquivoltas con los 24 ancianos apocalipsis. No le dije nada a Javi porque seguro que nos tiene viendo la iglesia toda la mañana.


Al salir de Portomarín intento adelantarme torpemente para hacer una foto y me voy al suelo con estrépito y deshonor; me repongo, limpio someramente las heridas y atravieso el puente justo para hacer la foto.


Vehículo pesado. Si las alforjas de Javi pesaban 8 kilos, las de este feligrés están, haciendo un cálculo rápido, en 80. En estos momentos (cuando escribo esto) debe de estar llegando -y hodidillo- a Santiago.


Volvemos a encontrarnos con Enrique, que había salido antes que nosotros. ¡Acababa de romper la cadena!. En lo que el servicio técnico sherpa arreglaba el desaguisado, llegó una furgo de caminodelasestrellas.com, y se puso a hacernos una entrevista para incluír en un reportaje. "Nos viene de perlas que estéis de avería, Precisamente, estamos haciendo un reportaje sobre eso". Llevaban grabados unos 10 segundos, cuando se les acabó la batería y la de repuesto estaba sin cargar; cambiaron la cámara, pero tampoco funcionaba porque ¡no tenía batería!. Se retiraron con la cabeza gacha, mientras abrían presurosos la sección de trabajo de un ejemplar que llevaban de "La Voz de Galicia".

Y es así como perdimos nuestra oportunidad de ser estrellas de la tele de Interné.


"Tirad, tirad..". "Vale; adios, Enrique". Al día siguiente le vimos sacando la Compostela.



x


Lo que resta de etapa, fue una verdadera locura. Queríamos llegar pronto para comer algo y ver la contrarreloj del Tuor, y a Pedro le dió por tirar. 15 kilómetros rápidos y los tres últimos de verdadero sprint que, aún no sé cómo, aguanté a rueda. Creo que todos llegamos al complejo La Cabaña de Palas de Rei bastante cansadillos, pero contentos. La etapa había sido preciosa y el día espectacular.

Periko aprovechó para echar una mini-siesta antes de guardar la bici.


Comida, Tour, colada y burra limpia, todos a descansar a las habitaciones.


O a leer fuera, que se estaba muy bien.


Echan en la tele "Tres en El Camino", me angancha y la veo ensimismado. Cenamos muy bien en el mismo complejo.

Mañana nos esperan las chicas en Santiago. Y Santiago.

2 comentarios:

  1. La imagen de Javi dando crema a Periko es, como poco, dañina para la salud mental de una persona
    decente.
    Te ruego que por el bien de la humanidad la retires.

    EL ABO CON ARCADAS DESDE QUE VIO LA FOTO

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  2. GRACIAS POR TU OFRECIMIENTO Y YA HABLAREMOS. PARA LA CARBONERO DSPONIBLE TAMBIEN SIEMPRE Y SEGURO QUE EN ESTE CASO TENDRIAMOS PERMISO, LA CRONICA NOS JUBILARIA SIN TENER QUE VOLVER A DAR UN PALO AL AGUA Y GANANDO EL "JUBILEO" SIN IR A SANTIAGO.

    ESTAMOS ANSIADOS POR LAS DOS ETAPAS QUE FALTAN,PORQUE ¿TENDREMOS CRONICA HASTA FINISTERRE? TUS LECTORES LA DEMANDAN.
    UN SALUDO. LUIS

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