domingo, 31 de mayo de 2009

Un sherpa en el Camino (jornada 7)

Todo tiene su final.

Melide - Santiago de Compostela,  57 km

He llegado.

Algo más de 4 horas, tranquilas, porque incoscientemente no quieres acabar. Es algo contradictorio, por un lado maldices cada cuesta arriba deseando que sea la última, y por otro, cuando llega el llano o el decenso retienes la bici como intentando alargar el tiempo , estirar el Camino.

A estas horas ya he recogido la Compostelana y nos hemos dado el obligado homenaje en la Rua do Francos. Estoy contento, mejor satisfecho, agradecido por un viaje sin ningún contratiempo. Se dice que siempre hay un ángel del Camino cuidando de cada peregrino en la soledad y en la dureza aspera que a veces muestra. Yo sé que al menos dos han cuidado de mí.

Mañana, ya en coche, llegaremos a Finisterre...y que nuestro viaje recomience entonces.

No quiero terminar sin agradecer a Tris por ser el vínculo que ha hecho posible este pequeño diario, y por esas alforjas que me han hecho más fácil el Camino. Y sobre todo a Cristina y a mis 2 peques, por comprender que ahora era mi momento.

Utreia!

4 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Enrique!
    Sí, es cierto, las alforjas ya se sabían el camino del Camino.

    ...et Suseia.

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  2. ¡¡Enhorabuena, Enrique!!
    Un fuerte abrazo de los 4
    Ángeles

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  3. Ok Enrique...Y ahora preparamos la transpirenaica.Enhorabuena sherpa!!

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.