domingo, 31 de mayo de 2009

Un Cotos con los Kamorka

Tenéis todas las fotos de la etapa aquí. Con más calidad que las que cuelgo en el blog. Pinchad en la pestaña "Photo Gallery", arriba a la derecha, que se ven mejor.
- De nada, de nada, el equipo se lo merece todo.

Un poquito contrariado comienzo la redacción de esta crónica, pues acabo de levantarme del sillón de ver, -no sin antes haberme frotado los ojos un par de veces-, cómo perdía Nadal en Roland Garros ante Soderling. Vaya raquetazos pegaba el bicho; parecía los que pega mi cuñado, sólo que a aquél le entran.

Bien, pues empezaba rara la mañana, porque habíamos quedado a las 9'15 y yo, sin darme cuenta, estaba en el Azoguejo a las 9 de la mañana. Fotitos y a ver cómo paseaba la gente y bajaba a comprar el periódico, el pan y los churros.
Habíamos quedado para subir a la Bola del Mundo, lo cual significaba que íbamos a cualquier sitio, menos a la Bola del Mundo. Nada más salir (íba el equipo casi en pleno) nos encontramos con los Kamorka. Pedales, charla y solete. ¿Qué más se puede pedir? Pregunta tonta, porque, de primeras, se me ocurren dos cosas... en las que no vamos a profundizar.
Después de un rápido Eresma (pasando por Los Asientos, La Boca del Asno, Los Vadillos, la Fuente de Venus) salimos a la carretera y nos tomamos un pisco-labis en la fuente del Pilón, en el Puente de la Cantina. Salimos todos juntos por la pista que lleva a Cotos, y pronto los Kamorka nos dejan solitos, como si no nos quisieran. Menos mal que sherpa-Kala se infiltró en el grupo y dejó bien alto el estandarte sherpa. Hacía calor y creo que todos sufrimos un rato. Una extraña reacción de las ciruelas pasas que nos ofreció Kala hizo que dos ciclistas, (un kamorka primero, luego un sherpa, 1+1=2) pararan a plantar sendos pinos (eufemismo que espero que todos entiendan, pues no quiero pasar a explicar más detalladamente el desagradable suceso).
Se me pasaba que a mitad de camino nos encontramos a un Ranger, en concreto el ranger-Joaquín-Rueda que, una de tres: o había madrugado mucho, o había subido por la carretera, o había subido a toda leche. Tío serio; a las 12 de la mañana había dejado las tareas hechas.
Llegamos arriba sin más novedad. Unos traguitos, unas barritas, un par de fotos... 
¡Y se producen las primeras disensiones! ¡Habían tardado! Bola sí, Bola no, Noruego sí, Schmid no, que tal, que cual... Total, que se despide Ángel-Kamorka después de fundirnos a todos y los que quedamos tomamos la carretera a Navacerrada.
Íbamos todos tan contentos, plan Verano Azul, por fin relajados y de charleta cuando, ¡¡sucede lo inesperado!!
¡Un ciclista de carretera por delante! ¡¿Dónde se ha visto?!¡ ¡¡¡A POR ÉEEELLLLLL!!! En unos momentos se vió rodeado por sherpas y kamorkas. Mal rato tuvo que pasar el pobre hombre hasta que, iniciando la subida a los Cogorros, le abandonamos (vivo y sin haberle causado daño alguno, si descontamos el moral).
Mariconá de foto antes de tomar la senda Maravillas.
Iniciamos el rápido y trepidante descenso por la senda Maravillas. Se producen más deserciones (sherpas y kamorkas que quieren llegar a casa pronto porque tienen hambre) y el resto -selecto resto- tomamos la Cuesta del Periódico (conocida como Cuesta de Vicente en dialecto Kamorkés, ya nos contarán por-kés). Todos bajan como si les persiguiera el diablo. Sherpa-Escabeche y el que escribe, detrás, por si hay que recoger algún resto.

Sin más incidentes pero con mucha diversión, Eresma abajo, Eresma abajo, llegamos a las Pasaderas, donde comprobamos que los sherpas no somos una raza anfibia, aunque lo intentamos. Si no me doliera la garganta como me duele, yo también lo hubiera intentado, pero preferí hacer la foto, y quedó así de refrescante.
Se acaba la diversión y tomamos camino a casa por el carril bici. El último kamorka (David) nos deja cuando íbamos a tomar unas cervecitas en Robledo. Extraña raza esta de los Kamorkas: la etapa es contingente, sólo la cerveza necesaria.

Charla que te charla acerca de Pirineos para este verano, chicharrada para el viernes, etc., sherpa-Kalambrines nos invita a corderito que tiene en casa. Sh-Xomin y sh-Rocinante declinan amablemente la invitación. Sh-Sh y yo, haciendo cuentas y viendo que tocamos a más, aceptamos encantados.

Gran anfitrión el tío Kala: Corderito, riojita y una piña p'al pecho. A la sombrita, no se estaba demasiado mal. El final perfecto... ¡¡¡si no hubiera que pedalear hasta casa!!!
Y es aquí, señores, cuando vino lo peor de la etapa. Espíritus sensibles no sigan leyendo. Advertidos quedáis.

Segundo aviso...

Bueno, vosotros lo habéis querido: Salíamos sh-Sh y yo con un litro de cerveza y un tercio de la botella de rioja. Montamos en las bicis, él primero y yo después. Desde atrás aprecio CONSTERNADO que lleva un culot (coulotte) que no sé en qué tienda del diablo se habrá comprado. Espero que el Ministerio de Sanidad tome papeles en el asunto y cierre el antro en cuestión. Pasaré a describir la visión, conteniendo los estertores y amagos de vómito: sentado en el sillín, aplastando la badana sobrante (os juro que me estoy partiendo de risa mientras lo recuerdo, las lágrimas no me dejan ver el teclado con claridad) el no-culo del sh-Sh hacía con la badana sobrante la forma de una indescriptible morcilla-informe. Y lo mejor (o lo peor): el tejido de verano, era una redecilla (agradezco a San Apapucio no haberme fijado antes en ello) que transparentaba las más íntimas intimidades del querido sherpa. La suerte quiso que hoy al menos llevara calzoncillos. La mezcla de redecilla, culote y calzoncillo transparente era la anti-libido en persona, era una imagen-bromuro.

Total, que las risas nos obligaron a bajar de la bici hasta que nos recuperamos de la llorera.

Hasta aquí. Fin.

3 comentarios:

  1. Me cago en la leche, te has adelantado con la crónica de la etapa tris. Otro día será. Menos mal que he llegado a la hora y he cumplido con la family. Por cierto tiene buena pinta la piña y el corderito de kala, ¡Qué envidia!

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  2. y la foto qué???, que pasa con la foto???
    hay favoritismos con el Sherpa-Sherpa???

    no podemos imaginarnos ni por aproximación lo que describes...

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  3. Pongo una foto de eso y el Ministerio de la Gobernación me cierra el blog.
    I-ne-na-rrei-bol

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.