domingo, 4 de febrero de 2018

Sherpas Locos vs. Sherpas Low-cost

Una nueva jornada para disfrutar de la nieve. Pero si el próximo fin de semana ya no nieva, no pasa nada, no nos vamos a quejar.


Algunos somos sherpas locos y otros (como dice Chomin) son sherpas low-cost. Y no hay excusas que valgan, que todos sabemos que la red viaria (incluso la nacional entera) se puede gestionar desde casa (o desde la bici) desde que existe el whatsapp.


El inicio de la etapa (íbamos hacia el Pirón, que conste, David) fue por un camino novedoso. Hacía no demasiado frío, la nieve estaba deliciosamente ciclable... ¿podíamos pedir más?


El salvaje Eresma a su paso por el puente de San Lorenzo.


Camino de la fuente del Obispo, pasada La Lastrilla. En la foto, Pablo en pleno tratamiento regenerador del cutis, afrontando el viento del norte.


Delante, abriendo camino por si las moscas, Chomin.


En el túnel bajo la circunvalación, breve parada a cubierto para limpiar calas y pedales, que ya estaban hechos una pena.


Estepa segoviana. Las condiciones no eran demasiado favorables, no.


Camino de Bernuy, primer culetazo de la jornada: es JR quien se reboza la nalga izquierda con el refrescante barro que hay bajo la nieve traicionera.


Poco más pudimos avanzar por aquí. Nos quedamos a medio camino entre Espirdo y Bernuy. Camino a Zamarramala, próxima estación.


Justo hasta aquí. Tras breve discusión, Pirón no. Nasti de plasti. Pero que sepas, David, que lo intentamos, jeje.


A favor del viento daba gusto. Este fue uno de los pocos tramos que hicimos hacia el sur. Aprovecho para soltar una mano y grabar un rato. Espeluznante documento ;)


Pasamos La Lastrilla, senda hacia la fuente del Obispo, y remontamos por las lastras hacia el Parral.



Nos cruzamos con cero ciclistas... ¿Dónde está esa afición que colma los caminos, trochas y veredas en primavera?¿En casita con las zapatillas puestas?¡Esta juventud...!


Más estepa. Se adivina el escailain de Segovia.


Mirador de la higuera.


La foto de JR, obligatoria en cada etapa. Da caché, ¡no me digáis!


Una foto más y a los pedales, que nos quedamos fríos. Vuelta atrás a coger el camino de arriba, el de las cuevas de champiñones hascia Zamarramala.


Mira que nos gustan estos parajes. Con nieve o sin ella, igual nos da.


Un animoso deportista departe con la sherpería. Hoy ha cambiado Navafría por las lastras. Más barato y más cerca. Si se da prisa, llega a misa de 12.


Reagrupamiento a la sombra.


Pasamos el Eresma erca de San Pedro Abanto y remontamos por la derecha para ganar las alturas del Pinarillo. Poco a poco, no nos vayamos a hacer daño.


En estas, recuerdo que ya nos habíamos caído (y en este orden), Pablo, servidor y Chomin. Pablo el primero (esta vez no iba a Damasco); luego, mientras celebraba en medio de grandes aspavientos y gesticulaciones la pablil caída, vino el destino a castigarme con una caída calcada a la del compañero Pablo. No mucho más tarde le tocó el turno a Domingo. El de la electrógena por hoy se libró.


Bueno, digo que se libró, pero no lo sé. Que es muy dado a despeñarse en llegando a su casa, después de las libaciones (infusiones varias) del final de etapa, que parece que le afectan en un grado entre 8-considerable y 9-digno de tener en cuenta.


Un poco más a la derecha... un poco más... ¡foto!


¿Bajamos por los piedros estos o no?


Bueno, primero unas fotos en los miradores para la portada de la revista sherpa de este mes.




 


Poster central. Desplegable. Insistí en que, por esta vez, no se quitara la ropa. Seguro que me lo agradecéis. Aquí está Miss febrero.


Al final bajamos la cuesta de los piedros hasta la Fuencisla: interesante y peligrosa, pero la bajamos. Y, por el valle del Clamores, rumbo a las obligadas escaleras de la Hontanilla. Hoy, si cabe, más deliciosas y ricas que de costumbre.




El demediado maestro Agapito, aguantando todo lo que está cayendo.


Nosotros, a lo nuestro. JR se tomó un Aquarius (cada vez claudica antes) y Boli nos hizo una breve visita después de unos largos (que nunca podrán suplir a unos buenos pedales); pero qué le vamos a hacer: se nos está haciendo mayor a pasos agigantados.


Recuperadas las calorías perdidas, camino de nuestras respectivas madrigueras. 


"A ver si es posible que des una pasadita con la máquina por el camino de Bernuy, que está imposible..."
"Vale, majo. Ahora tiro p'allá"



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