jueves, 18 de mayo de 2017

Ronda 2017 - Entrega 3 - La subida a la ermita

Las tres menos diez de la tarde. Se acabó lo bueno. Desde aquí comienzan los 101 de veras, los fetén. Se terminaron los kilómetros gratis. Entro en el acuartelamiento de la Legión. Sé lo que resta y decido, por fin, parar un rato. Además está comenzando a llover algo más, así que no hay duda. Dejo la bici sola, afuera. No hay miedo a que me la quiten, aquí no. Sin embargo, cojo el gepeese.


Muchísima menos gente en el comedor a estas horas que más tarde, como cuando hemos parado en ediciones pasadas. La gente aquí va a pedalear y no quiere perder tiempo. Yo, persona mayor, (categoría MM, "Muy Mayorcísimo"), entro al servicio. Uf, qué alivio. Soy otro. Doy el pasaporte y pido lo mínimo, no quiero llenarme: bebida, arroz tres delicias y donuts. Me guardo la piruleta y, por entretenerme en algo, abro el chicle, una pelota de tenis pequeñita.


Veinte minutos he estado en el comedor, lo justo para descansar. Sin embargo, ahora, al montar de nuevo, noto por primera vez las piernas algo pesadas. Y la rodilla me duele. Bueno. Claro, que con la cuesta que nos han puesto aquí para salir...


Al poco, enfilamos hacia la subida a la ermita, para mí, el reto: llevo unas semanas pensando que quizás merezca la pea bajarse cuando la cosa se ponga difícil, y así ahorro fuerzas para el durísimo final. En fin, ya veremos.


Comento con un ciclista novato en esto de los 101 lo que nos queda, algo más de tres kilómetros: Primero cuesta moderada; luego, descanso. Por fin, algo más de un kilómetro de subida más exigente. Se va quedando atrás...


Ha dejado de lloviznar, el sol no llega a asomar, pero el calor es sofocante y húmedo por primera vez hoy. ¡Y tenía que ser ahora! Voy despacito, adelantando a unos, adelantado por otros, sin forzar la rodilla derecha, sin pedalear de pie.


Descanso. No aceleres, no te emociones, hay que guardar energías; hay que llegar aún más arriba, aunque la ermita desde aquí no se ve.


Aquí, aquí empieza lo bueno. La verdad es que la cuesta, aunque exigente, no es ni mucho menos de las cuestas (que merezcan ese nombre) que te puedas encontrar por aquí, por la sierra de Segovia. Sin embargo, el calor en muchas ocasiones, los 83 kilómetros que se ha metido uno entre pecho y espalda, el terreno roto y suelto (no tanto en esta ocasión) y la acumulación de corredores, hacen que llegar arriba sin echar pie sea una dura prueba. Casi siempre, también, la comida que se ha comido en exceso en el cuartel. Esta vez, no.

¡Ah, y otra!: ¿Qué hago yo con la cámara en la mano? A guardar, que no hacen falta fotos para que me crean estos señores que me leen. Ya el año pasado hice una foto, y no era en lo peor, y casi me dejo la vida. Hete aquí el documento:

Ete, que antes me acompañaba a estas cosas, va por ahí atrás. O delante.
Volviendo al 2017, aquí justo comienza lo bueno. Paciencia y saliva. Bajo la horquilla y ajusto la suspensión, que todo esté a favor.


Como digo, no hay fotos, pero os juro que la carne de gallina: es el primer año que subo solo. Quiero decir que nadie más logró subir hasta arriba. Un ciclista me siguió hasta más o menos la mitad, pero echó pie. También he de decir que todos los que iban arrastrando la bici, se iban avisando uno a otro y se iban apartando amabilísimamente y con unos comentarios y gritos de ánimo irreproducibles aquí. ¡Me creía Perico Delgado!¡Gracias, compañeros!

Subidón en el subidón. La adrenalina es gasolina.

Delicioooooosa zona llana justo antes de la ermita.
Cuarto año seguido que subo sin echar pie a tierra, ¡yupiiii!. Como os digo, es suerte: Cualquier resbalón, cualquier tropezón con un ciclista te echa a tierra, por muy fuerte que estés. Pero, además, los dos trozos de plátano que reservé de Setenil (ahora están que no hay quien los mire de negros) creo que me han salvado la vida... Barrita, no, gracias. Se quedan en la camel.

¿Te hago una foto? - ¡Venga!
Existe una gran devoción por la Virgen de la Escarihuela. Cuenta la tradición que Ronda padecía una gran epidemia de peste, y los vecinos de Ronda, conociendo los milagros de la patrona de los montejaqueños, pidieron a éstos que la llevasen en procesión.Cuenta la leyenda, que mientras los procesionantes se alejaban de Montejaque, el peso de la Virgen aumentaba más y más. Hasta que llegó un momento donde ya no pudieron avanzar más y tuvieron que regresar, pero no fue su esfuerzo en vano, sino que al día siguiente llegó un correo de Ronda diciendo que la epidemia había remitido.La Virgen de la Escarihuela se procesiona también como Virgen de la Concepción.

 Tomado de http://www.malaga.es/, Diputación de Málaga

En lo alto de la ermita, también, tres fotos de Javier. (Consultando horarios, luego he visto que iría ¡sólo unos tres o cuatro minutos por detrás, casi juntos!):


La bajada, las zetas de la ermita, mejor que otros años en los que había romería. Literalmente. Además, Joaquín lo puede corroborar, de tramo en tramo, los romeros descansaban las andas en el suelo y dejaban pasar a unos cuantos ciclistas. Uno de cada tres se caía al montar de los calambres que le daban. Espectacular. Esta vez, algo más rápido, pero no demasiado. La gente baja con demasiada precaución esta parte. No es para tanto. Aquí siempre recordaré aquel año caluroso en el que un legionario jovencito, negro de una oscuridad exagerada, con una manguera en la mano, iba regando-duchando a todos los que bajábamos. Preguntaba si queríamos agua e, independientemente de la respuesta, a todos nos enchufaba. Un crack.


Venga, un poco de asfalto, un poco de trialera en la que adelanto a unos cuantos, otro tramo gratis (es verdad, queda un poco de asfalto hacia abajo, agacho el lomo) e inmediatamente va a comenzar, nada más pasar Benaoján, la peor zona. Pero eso ya va a ser otra historia.

Buscando en Internet, me he topado con este perfil MÍO de una edición pasada, encontrada en un blog "por ahí" sin citar procedencia, grrrrr!!! Mirad los dientes de sierra desde la ermita, una delicia.


Hechas estas tareas, sólo restaba conquistar El Cachondeo, porque la de los Caballos es otra cosa: imposibilidad de todas las imposibilidades.

Pero... un momento... ¿qué es esto?¿qué me noto aquí en la pierna? Tengo un dolorcillo en el biceps femoral de la pata izquierda, esto no me puede estar pasando ahora, a un sherpa...
 



2 comentarios:

  1. Te lo subiste "todeuntirón" porque tienes buen gimnasio donde entrenar!!
    Pero...es verdad, aunque estés fuerte cual vinagre...cualquier tropezón...y pie a tierra...

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.