lunes, 23 de septiembre de 2013

Para leer un rato. Dos por el precio de una

Frente Popular de Judea

La última vez que subimos a Malagosto fue el 31 de agosto de 2008 (Ignacio, Joaquín, Pablo, Javier e Israel). Pero, si alguno se acuerda, subimos por la Majadilla del Queso. Antes habíamos subido también un par de veces en el 2006. Pero la última subida clásica, la que parte un poco más abajo del Rancho Alfaro y sube acompañardo al río Pirón, había sido un fresco domingo, 28 de noviembre de 2004 con Ignacio y Domingo.

La verdad verdadera es que no había quedado con nadie, pensando en hacer una etapa a mi aire, sin forzar en la subida, y mucho menos en la bajada, que la rodilla me había dado una semanita bastante mala, y la cosa ya viene de largo y sin visos de mejorar. Si no salgo durante la semana y luego, el domingo, la maltrato, no va a haber manera. Los sherpas ya estaban avisados. La idea me vino mientras desayunaba: cogería la bici en el Puente de Hierro y para calentar la rodilla, sin forzar, tomaría el (aburrido) asfalto hasta Robledo, donde seguiría el curso del Eresma hasta enlazar con la ruta del domingo pasado e investigar la bajada que se nos quedó en el tintero, pero con mucho cuidadín.

Pero cuando llegaba al Cuartel General, me crucé con el cuñao (a. sh-Sherpa) que salía con el coche justo en esos momentos siendo perseguido e insistido con machacona insistencia ("venga, vente; venga, vente; venga, vente...") hasta que no tuve más remedio ("que no voy; que no voy; que no voy; que no voy. ¡Vale, voy!") que compartir etapa con él, previa promesa de respeto a mi tortuguil pedaleo y a mi desentrenado físico. Al menos, haría ir más despacio solo a un sherpa, y no a ocho o nueve, como el domingo pasado.

Ya en el coche, camino de La Granja, fue tomando forma la idea de subir a Malagosto, que ya ni recordábamos la última vez que habíamos subido. Y así, a la vez que retomábamos un clásico, hacíamos algo diferente. Al principio pensamos en subir por la Saúca, pero al final convencí al sherpa para salir desde un caminillo que sale perpendicular a la N-110, un poco pasado Torrecaballeros, lugar desde donde salimos en bastantes ocasiones en excursiones del pasado siglo, antes de saber que éramos sherpas.


La pistita de las narices no es de lo más bonito que nos hayamos echado a la cara precisamente, pero esa inclinación constante era lo que yo estaba necesitando para comenzar dando pedales con ritmo constante y no hacerme dañito. He dicho ritmo constante, que, clarísimamente, no es sinónimo de rapidez.

Y para que digan que si la señalización de tráfico está muy descuidada y tal y tal, mirad qué cosa más bonita en medio de una pista campestre y bucólica como esta: un lindo espejuelo que mejor estaría en Fernández Ladreda o es sus alrededores. En fin.


Pasamos junto al Rancho Alfaro y rebasamos el Molino del Romo mientras vamos ganando altura constantemente y sin pausa. Justo cuando vamos a entrar en la masa boscosa, me encuentro con la primera sorpresa de hoy: parece un hito real, con la corona en bajorrelieve, como los de Carlos III que acotan los bosques de Valsaín, esos que estoy "censando" con tan dispar fortuna. Lo que pasa es que esto no es Valsaín. Está muy lejos de sus compañeros que ya tengo localizados, pero por si acaso, marco un waypoint y le hago un par de fotos.


Y aquí lo mejor del día, justo cuando la pista comenzaba a hacerse pesada (pestosilla ella), va el cuñao y se para ante esta puerta que yo no había visto en mi vida. Y bien clarito que lo pone en el cartel, nada discreto por cierto. La pista parecía que iba a mutar en senda mala, dura, inclinadísima y técnica en pocos metros, pero para que te fíes: una de las más contínuas e inesperadas que me he hecho últimamente. Me comenta el cuñao que el amigo Nogales le había hablado ya de esta variante.


Además, se abre y se cierra inesperada e intermitentemente, discurriendo por claros y adentrándose en tupidísimos bosques que, dicho sea de paso y en voz baja para que nadie se entere, prometen una estupenda cosecha de hongos para dentro de no demasiado tiempo. Mirad estos soberbios ejemplares de acebo que nos escoltan en este tramo, qué majetes.


En la subida nos encontramos con un par de manantiales, candidatos a fuentes. Uno de ellos aún mana con sorprendente caudal a estas alturas de septiembre, cuando las lluvias aún no han comenzado. Poco después, al abrirse el paisaje en este recodo, una vaca muge loca de contenta; no sé si celebrando el espectacular día o sorprendida al ver un par de sherpas por estos andurriales.


Al fin desemboca la pista, que siempre ha sido suave y constante, a 1665 m; gran parte del trabajo está hecho, solo nos queda el último tramo hasta el puerto donde el Arcipreste tuvo aquel sonado affaire con la Chata recia, que a los hombres ata:

”Yo guardo el portazgo y el peaje cojo;
al que de grado paga no le hago enojo;
al que pagar no quiere priado le despojo:
págame tú; si no, verás cómo trillan rastrojo”.
Mujer con carácter.


El resto de la subida ya la conocemos todos, pero yo la recuerdo algo más pedregosa ¿no?. Tienen algo estos parajes, además de lo literario. El sol apretaba lo suyo, y en ningún momento habíamos dejado de ascender desde que comenzamos a dar pedales.


Me costó llegar hasta el refugio. Y lo hice bastante por detrás del sherpa-Sherpa. Pero haber subido a mi aire y con un pedaleo bastante rítmico (dentro de lo que cabe), hizo que llegara con buenas sensaciones en la rodilla. Hacía tiempo que necesitaba pedalear sin pensamientos (y sensaciones) negativas. ¡Al menos, esto no era asfalto!


Después del esfuerzo, el sherpa acepta el regalo del agua fresquita que mana entre los perifollos. Por si alguien duda, el sherpa no lleva camiseta blanca. Es su color natural.

Imagen dura, lo sé.
Hala, a por el último esfuerzo, que el camino no es la senda que había hace unos años y se hace casi con una pierna. Esto sí que está estropeado de tantos 4x4, quads y vehículos varios, y no es ni parecido a lo que era. Ahora es una pista de 6 metros de anchura que llega hasta el mismo collado.


Ya me ha adelantado el sherpa, sin ninguna contemplación y menos miramientos.


¿¡Pero eso qué-éh-lo -que-éh!? Son los Kamorka, que están en todas partes.


Esta foto da fe de que llegamos al puerto, por muy lentos que lo hayamos hecho.


A los Kamorka les faltan unidades. Charlamos un ratillo con ellos y nos cuentan que vienen desde la Sauca.


En la subida a la cruz yo me quedo para hacer una foto, así parece que llego el último por una razón menos vergonzosa que la razón verdadera. Trucos de sherpa viejo, que no sirven para demasiado.


Esta la hice en marcha, pero al final perdí pie. No soy ni la sombra de aquel reportero que era, cuagüental!!!


Photocall...



¡Ehhh...! Vosotros que estáis más atentos que yo a estas cosas... Esa pista que sale del collado hacia "el otro lado" (el extranjero de Segovia), yo no la recuerdo. Me lo comenta el sh-Sh, pero ninguno de los dos la reconocemos. ¿La hemos hecho alguna vez? En algún mapa veo que se llama Camino de las Peñas Crecientes y conduce directamente a Rascafría. ¿¿¿???


Aquí el cuñao con otro candidato a ser el Verdadero Santo Grial. Pinta de antiguo sí que tiene, pero no sé yo... Además, repasando antiguas fotos, veo que siempre ha estado allí. En cualquier caso, lo dejamos tal cual estaba porque perfectamente pudiera ser el gorro de un teletubbie (qué se le habrá perdido a Tinky-Winky en Malagosto) o el primer diseño (sabiamente descartado) de las antenas de Robledo de Chavela... ¡O el genuino, auténtico y legítimo orinal que usaba la Chata! Yo, porsi, no lo toqué.


Descenso. Salí primero para bajar despacio, pero sucedió algo que no creeréis (o ya sí). ¡ME PERDÍ! Me puse a bajar, y el terreno se me iba haciendo cada vez más extraño y desconocido. No sé dónde me equivoque, lo juro. Pero cuando me quise dar cuenta estaba muy a la derecha de donde debería haber estado, al otro lado del vallado y sin salida a no ser que tirara (literalmente) la bici por encima de la cerca. Pocas veces me he sentido más plenamente sherpa!!!!!!


Para bajar decidimos hacerlo por la "clásica", por la derecha del Pirón, buscando el embalse, de modo que no me trepidara demasiado el conjunto bici-rodilla-cuerpo humano. Miré con añoranza esta bestialidad de cuestaca que ne llamaba como las sirenas a Ulises, ven pacá, ven pacá, ven pacaaaaaa... Y yo: no me da la ga, no me da la ga, no me da la gaaaaaa... No me imaginaba yo que, quizás en esos mismos momentos, el grupo sherpa estaría en una situación bastante similar, con el pecho en el sillín.


De la bajada, poco que reseñar, salvo lo mal que lo pasó este pobre ternerillo cuando lo rebasó Ignacio y se vio atrapado entre dos locos. Tuve que parar hasta que conseguí que diera la vuelta. La foto en marcha, sin embargo, tiene su mérito, no creáis.


Embalse del Pirón o de Aprisqueras, refulgiendo al sol de septiembre.


Para rematar, os pongo un par de perfiles que comparan las dos subidas. Primero la clásica, por la izquierda del Pirón, más larga y con paisajes más monótonos. Por aquí es por donde hemos bajado.

La segunda, con paisajes más variados, más corta y, como veis, contínua y con una pendiente constante en todo momento. Un descubrimiento, al menos para mí.


* Pendiente de revisión, que veo que las alturas no me cuadran. Ambas gráficas deberían comenzar en 1330 y alcanzar los 1670. Cosas de los satélites americanos.

Frente Judaico Popular

Mientras tanto, no muy lejos de allí... (de nuestro corresponsal Jorge, a.k.a. Talus)

Hoy la Sherpería se había escindido hasta en tres grupos, qué vergüenza!!, así es imposible dar una imagen seria señores!!, en fin. Sh-Tris y Sh-Sherpa decidieron salir a su aire, que habían estado de viaje el día anterior y estaban cansaditos y, no les apetecía darse el palizón. Sh-Boli y sus colegas salían también a su ritmo y un poco más tarde, y Nosotros, Sh-Txomin, Sherpol, Sh- Albert, David Bermejo, que últimamente frecuenta malas compañías los domingos, and Moi, habíamos quedado en casa de Alberto a las 9. El día espectacular, ni encargado adrede, buena temperatura, ni una nube, y un solete que no apretaba mucho a estas primeras horas y del que se agradecía su tacto. Al poco de salir nos encontramos al grupo biker femenino Las Kamelias, Toñi y sus secuaces, mú majísimas chicas y que darán mucho que hablar. Da gusto ver un grupete femenino empezando en esto del MTB, por lo menos a mí, jejeje.
Enganchamos el Camino de Santiago y comencé a recordar que la última vez que pasé por él, fue cuando me rompí la pata bajándolo, hace casi cuatro meses. Domingo debió de leerme el pensamiento y me lo recordó, "Sí, si ya lo estaba yo pensando".


Aquí habíamos pasado la Fuente de San Pedro y ya tenía yo ganas de ver el sitio tan absurdo de la caída y volver a requete-preguntarme qué pasó ese día.


Aquí fue!, justo donde están Pablo y Domingo.


Paramos Domingo y yo y recordamos todo, aquel día había mucho barro y humedad de la nieve que había caído y debí resbalar, más la cala gripada, etc, etc.


En esa primera curvita a derechas, si señor. Bueno, pusimos un ramo de flores, rezamos dos padres nuestros y pa´rriba y a dejar el pasado atrás.


Siempre olvido (como me suele suceder en el mtb) lo durilla y jodidilla que es esta subidita...


Por aquí había un señor toro suelto, pasamos a su lado como de puntillas, con bastante miedo, el bicho era enorme y tenía unos cuernos y unos huev..... qué no veas. Miedo me dio sacar la cámara, así que no hay foto. Para esto Tris es mucho más rápido desenfundando, y avispado.


Qué pedazo de día, seguíamos subiendo hacia la Fuente de los Pastores


A punto de pillar el Camino de Santiago. Subida clasiquísima donde las haya.


David y Sherpol subían rumbosos y fuertes los jodíos, hoy. A veces los perdíamos de vista.


Llegamos a la Fuente de la Reina, donde nos juntamos varios grupetes bikers de Segovia. Aquí ya se habían ido todos. Qué bonito maillot llevas Alberto!!!


Hoy estrenamos Alberto y yo la ropa de nueva de Trackmtb, que es una pasada de buena y muy chula, así como este casco, que el otro tenía ya muchos años y kilómetros. Cantarín, cantarín, para que me vean bien cuando guío gente.


La calzada Romana, a Pablo se le hizo corta dijo, a mí no!!, vaya par de cuestecitas que tiene la cabr...


Alberto me hace un retrato en La Fuenfría, que hoy no viene Juan para tirotearnos mutuamente.


Pillamos el Schmid y al momento pinchazo de Domingo. La romería era impresionante hoy en el Camino Schmid, por suerte no tuvimos ningún problema con nadie. Fuimos educaditos y respetuosos, como siempre.


Aunque no lo parezca en las fotos, había cienes y cienes de grupos de andarines. Llegamos a pensar que era una visita secreta del Papa.


Bueno, pues aquí en la residencia tomamos un piscolabis y nos dispusimos a terminar el trabajo que dejamos por hacer el pasado domingo.


Y Domingo escogió esta bonita senda que va más abajo de la senda de los miradores, y que a mí me gustó mucho más. Era divertida y también con unas vistas increíbles. No había bajado nunca por aquí.


Habrá que repetir otro día.


David iba hoy un poco cerrojo, le debió mirar una piedra mal y no bajaba tan confiado y suelto como el pasado domingo. Yo también había apoyado dos veces mal el tobillo recién operado y bajaba dolorido y asustado por si me había hecho algo, por no decir jodi....


Aún así disfruté la bajada un montón. Por aquella zona tan suelta de arena y palos que ya recordaréis, sí la piedras como melones, nos encontramos a una numerosa familia con críos pequeños y todo, estaban a tomar por....de la carretera. Flipamos!!. Esto pasa por subir los tracks de los coj.....que  mira que sus lo he dicho -repetía Domingo. Ya no subimos más, se acabó!!, que luego se hará daño algún dominguero y nos reclamarán, he dicho!


Bueno, pues pasamos la puerta de la curva de la carretera, cerca de las siete revueltas y cruzamos la carretera, y empezamos a buscar aquel sendero del mapa de Tris de la anterior entrada que....Ya sabréis el resto....jejejeje. Pues eso, el sendero debió estar por allí en tiempos de Felipe II cuando venía a cazar y tal. Por aquí no había pasado un ser humano hace muchisisímos años. En alguna zona nos pasamos el trazado dibujado en el mapita, en otras con ayuda de Rapel, se podía intuir algo, en fin....


Aún así lo bajamos casi todo montados. Calculo que tendría un 30% en alguna zona, tirando por lo bajo.


Del sendero pintado en el mapa algún tramo pillamos, pero fue por casualidad, La zona, bonita y salvaje, pero para montar en bici....JÁ!! Si no se lo preguntáis a David, que seguía diciendo que hoy no quería esmorrarse ni romperse nada.


Pillamos un tramo de la pista asfaltada de Cotos.


Para coger el sendero de las Pintadas. Que estaba bonito, pero que en otoño e invierno mejora mucho.


En alguno de esos pequeños pasos que hay que desmontar, mi pie ya me decía de todo menos bonito.


Aquí empezamos a estudiar la flora autóctona que.....


Los expertos dedujeron que eran avellanos y.....


Que la mosca tse-tse les había atacado vorazmente, y bla bla bla.


Otra de las que me hizo Alberto. A esta hora ya apretaba el sol de lo lindo, y yo que seguía con las protecciones, estaba un poco cocido y recalentado, sí. Pero así fui hasta Segovia city.


Aquí Domingo se perdió y se pusieron a mirar un mapa, aunque no lo creáis. Es mentira, pero no sabía qué poner.


Bajamos el Eresma a todo lo que las patas y las patatas nos daban, así llegué yo... A Domingo lo perdimos en las Pesquerías, que encima estos cabr... me metieron en el lado izquierdo del río, donde había mogollón de escaleras y piedras, y mi pie cantaba por bulerías. Si hubiera venido Ignacio os hubiera dicho una sola cosa: CABRONEEEEEES!!


Aquí en el carril bici que tanto me gusta, como sabéis. Me sobraron esos últimos kilómetros, a Domingo no le vimos ya, luego resultó que estaba en un bar de Robledo tomando una caña y viendo la F1, increíble pero cierto!!. Un aire de cara que no se agradecía nada de nada nos golpeaba en los hocicos. Menos mal que Pablo estaba sobrado. Nos metimos a su rebufo y le doy un millón de gracias. Si no no llego.


Luego en Casa de Alberto su señora nos preparó un piscolabis y unas birrillas y resucité. Muchas Gracias Esther. Allí nos encontramos con Juan, que también contará su etapa junto al cuñao al Malangosto, donde nunca he subido por cierto. En casa de Alberto también estaba Boli & family.
Me salieron 48,5km y 1150 de desnivel. ¿El track? no lo vais a ver!!, ni de coña!!


Unión Popular de Judea

Parece ser que se les vio también rondando la Fuenfría (Boli, Sate, Richi).

...¡DISIDENTEEEES!

10 comentarios:

  1. Cronicón nos ha quedado, Jorge!!! ¿Se la leerá alguien?

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  2. Si. Yo me he leído las dos. Y de un tirón!! jajajjaaj
    Decir al frente popular de Judea, que yo sólo he subido en bici una vez a Malangosto, y fué por la la parte baja de la Atalaya, por la cañada real, por las zetas del pantano y al refugio.... la cuestona final, pues acarreando bici, y la bajada por la Sierra de la Marquesa y la Sauca.... Me ha gustado ésta autopista de 5 metros de ancho!!! la probaremos.....
    El sendero del que hablas, es la cuerda.
    Los planos topográficos que tengo sólo los he encontrado en la librería Cervantes. Y merecen la pena.
    O aquí: http://www.pacodom.com/Cartografia/Cartografia.htm
    Y al frente Judaico popular, decirles que ¡¡RUTÓN!! os metisteis para el cuerpo. Por favor. Sois como Indiana Jones!!! siempre en busca de tesoros escondidos en la selva!!! jajajajja
    Jorge, si no te ven con ése casco.... que visiten a un óptico!!!
    Fue un placer saludaros..... ¡¡¡¡chicarrones guapos, fibrosos y con las pantorrillas duras de tanto pedaleo!!!! jajajajajaj
    P.D. Comprar unas equipaciones a Jorge, que son GUAPÍSIMAS!!!!!

    Ale!!! Besotes a todos.

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  3. Madre mía, cuanta lectura.
    Juan, la variante a Malangosto yo la descubrí este verano (el cartel era tentador aunque presentía una emboscada) está mucho mejor que la clásica.
    La pista que comentas que se ve desde la cruz es la que va hacia el puerto de Calderuelas, la hemos tomado alguna vez para luego cogiendo otra a la derecha bajamos pegados a Navahonda hasta la pista que baja por La Sauca a La Granja.
    Pero ya veo ahora que te refieres a la de la izquierda que va a Madrid, hacia Rascafría. Lo más cerca que hemos estado recuerdo que fué hace muuuuucho tiempo cuando subiemos el Reventón desde el lado sur, habiendo bajado desde Cotos y volviendo por Rascafría. El inicio de la pista la comparten, aunque luego nosotros seguimos hasta el Carro del Diablo y el Reventón. Que palizón, now imposible.
    Vaya foto la primera...que recuerdos jeje

    Voy a por la de Jorge.

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  4. ¡Hombre, cuñado! Esa pista es, la que baja. Toñi: la cuerda está hecha y requeteconocida; pero la que baja a la parte de Madrid (el otro lado) es la que dudo, porque lo que dice Enrique sí que lo recuerdo, pero solo la parte que dice, el Carro del Diablo y tal.

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  5. Se me ha borrado lo que había escrito..grrr
    Decía que, nos ha quedado un cronicón digno de mención, vaya ladrillo.
    Que me apetece subir al Malangosto aunque sea por conocerlo, que el camino será monótono, pero las vistas bien merecen el ascenso, seguro. Además se puede improvisar la salida por la cuerda hacia el Reventón y bajar por el pico Poyales ( el de las trincheras) y enlazar con la Vereda de la Fuentefría (recuerdas Juan), que se parece mucho a lo que hicimos el Domingo.
    Qué maldades se me ocurreeeennn!!! (te quiés recuperar so cabr.....) esto me lo digo a mi messmo, eh!
    Rodillas y tobillos sólo pueden ir a mejón cohóne!!

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  6. Gracias Toñi!! hombre lo de "chicos" se agradece, peroooo,,,,,,,jajajaja.
    hay que hacer una salida con las Kamelias con paella final!! Puede ser muy divertido.

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  7. Lo pasemos bien ayer el cuñao y yo, aunque sus echamos de menos, por que cuanto más personal más chascarrillos y bobás se dicen, siendo esta una parte fundamental de las etapas.
    Procedamos con premura al hermanamiento "kamelias & sherpas" antes de que se nos adelante algún grupete y nos levanten la liebre.

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  8. Un saludo y ánimo a Iván, el hijo de Alberto que se ha caído con la bici y se ha roto la rótula. Es lo que tenemos los profesionales.......
    Ánimo campeón que ya te queda poco!!

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.