martes, 3 de septiembre de 2013

Ni p'arriba ni p'abajo

Endespués de más de más de dos años (no cuento una etapa de abril del pasado año) sin coger la querida Cannon de montaña pero con ruedas finas, creo que la voy a airear un poquito esta tarde. Y es que mi lamentable estado de forma pide a gritos que haga algo, aunque el asfalto me repela. Durante todo el verano he estado espaciando las salidas al menos 5 días, y eso se nota. He hecho (relativo) caso al traumatólogo, y he ido poco a poco, con lo cual la rodilla ha mejorado algo. Pero es que el pasado viernes (nocturna al Aránguez) me las vi y me las deseé para no perder de vista a mis compañeros de ruta. Es cierto que llevaba el mochilón hasta arriba, con dos litros de agua, ropa y la réflex con el trípode pesado, pero es que sin ello habría subido a igual velocidad aunque, eso sí, bastante más cómodo.


El aparataje se debía a que había hablado con Jorge para subir y hacer fotos y algún vídeo, y quería probar, aunque solo fuera una vez, la Nikon en una etapa. Quería salir con tiempo suficiente... y menos mal, porque llegué casi justo para la puesta de sol. Por cierto, que veo a Jorge en plena forma, aunque sienta molestias en el tobillo, claro.

¿Es Marte aquello que reluce en lo alto?
Foto de los expedicionarios. Solo falta un amigo de David (¿cómo se llama, David, que no lo recuerdo?) que se volvió un poco más arriba del Salto del Corzo. Ignacio y Pablo salieron más tarde e hicieron una subida contrareloj. En la foto se ve a Sherpol preparándose para la bajada. Hora y media más tarde ya estaba listo.

 
Hicimos una bajada relajadita, que me vino muy bien para no morir en el intento: si mi centro de gravedad ya está bastante arriba, con la mochila tan cargada y sujeta tan alta, las sensaciones eran extrañas (¡e incómodas!) encima de la Spe. Además, por nada del mundo quería caerme con la cámara a la chepa.

Para rematar la noche, y por gentileza de Pablo, cena en el Cuartel General con huevos, chorizo, lomo, queso, vinito y cervezotas. Mi cuerpo lo agradeció.

Por primera vez en lo que va de verano, y descontando las relajadas etapas de Finisterre, salía con pocas horas de diferencia entre dos etapillas, a ver qué pasaba.

Mira tú por dónde, nada más salir Pablo me indicó que uno de los mojones reales que estoy buscando en la sierra es precisamente éste. Tan familiar, tan cercano y conocido... ¡y no me había dado cuenta! Es el que está en la primera curva del Camino de los Tanques cuando se accede desde el Conservatorio.

Ya lo veo sherpa-Sherpa, ya lo veo.
La foto de abajo es en el querido manzano que está en el inicio de la Cuesta de los Buitres. Esta vez no nos dio manzanas, esas acidísimas manzanas mínimas y pétreas que da, pero sí una sombra que agradecimos después de la puñetera subidita que hasta allí nos había dado el sh-Sh.


A la sombra nos quedamos un rato para ver quiénes eran esos dos biciclistas que subían. Resultaron ser Alberto Velasco y...


...el mismísimo Richi; al final va a ser verdad que va a volver a coger la forma. En quince días nos da p'al pelo.


Con ellos subimos y no nos costó demasiado convencerles (convencer a Richi, en realidad) de seguir un poco con nosotros hacia la Camorca. Ese tramito de subida la hicimos como las personas y a mí me vino muy bien.


Parada obligada a disfrutar de las vistas en el canchal a mitad de camino, por la Majada del Cochino.


En la última subida no logramos engañar a Richi, tío sensato y consecuente, que decide iniciar el regreso acompañado fielmente por Vela.


Y de la subidita qué os puedo contar. Que no tenía fin. Al principio, además, un grupo escindido de los Segoviamtb (se estaban haciendo un etapón que podéis ver aquí) me arrancaron las pegatinas. Apretando la dentadura y dejándome de las uñas llegué arriba justito con el último gramo de fuerza que me quedaba.

Todos llevaban arriba ya tres cuartos de hora
El premio... las vistas. Por ejemplo, los Siete Picos.

¿A ustedes también les sale uno menos?
O nuestra querida Peña Citores, con los bonitos miradores a los que tanto nos gusta trepar con la bici. Jorge, también se ve casi toda la bajada que hicimos desde Peñalara, ¿recuerdas?


Aquí, coqueta y en escorzo, la Mujer Muerta. Anda por aquí también el Tirobarra.


Y podríais pensar que aquí se acabó todo. Pero no. Y es que la bajada de la Camorca estaba muy suelta, y tuve que parar a mitad para relajar la rodilla que ya me estaba doliendo un poco más de lo normal... Como pongo en el título, ni subo, ni bajo.

(Verás, Marcos, que he tardado tres días en escribir la crónica. Y no hay otra razón que el cansancio, esa sensación de estar exprimido que no me ha dejado sentarme con tranquilidad delante del aparato este. Pero, por fin, aquí tienes para leer un ratillo).

¡Ah! Las fotos y vídeos de la nocturna las voy poniendo en el SkyDrive, y poco a poco, que el formato NEF hay que revelarlo (procesarlo), y aún estoy aprendiendo.


2 comentarios:

  1. Lo mejor está por llegar Juanito, o eso quiero pensar. Claro que me acuerdo de las etaponas que nos pegábamos el verano pasado circundando Peñalara por los lados y desde la cima y se me caen los lagrimones, en fin, tenemos que ir a mejor, digo yo. Poco a poco.
    Aprovecho para contaros que acabo de volver del médico y le digo que no puedo casi andar y me duele mucho y me dice que serán adherencias y que si me duele algún tornillo o se ha movido alguno de su sitio, que ya me lo quitará. La bomba es cuando me ha dicho que me falta musculatura y que....¡¡Atentos!!..."No estoy en forma"...¡¡¡Será ppwrffxxxz!!!.
    ¡¡Pues si me he he hecho este mes de Agosto 1400km en primera fase de recuperación y no estoy en forma y me falta musculatura, cómo estaría un tío sedentario en mi misma situación!!!???

    Agur!!

    PD: Ayer hice el cuarto mejor tiempo a un segundo del primero, entre 348 tíos y tías, en la bajada de Navacerrada hacía Cerceda por la M-607, ¡¡dando pedales como un cabrón!!. ¡¡Y me dice que no estoy en forma!!...ggrrrr, qué cabreoooo...

    ResponderEliminar
  2. Ja ja jáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Me descojoÑo!!!

    ResponderEliminar

Hala, escribe sin pasar por moderación de comentarios (siempre que la entrada sea reciente). Ya no tienes excusas:

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.