Acordaos de lo que os digo: Días más calurosos que el de hoy se van a poder contar con los dedos de la mano en agosto, ya veréis. La etapa, después de la del viernes (¿habéis leído la crónica?), tenía que ser, casi forzosamente, menos divertida. La cosa empezó con deserciones varias. Algunas de ellas las explica esta foto.
Otra (vil) deserción queda sin explicación gráfica, que se me escapó hacer la foto de sh-Ete en bambas; dolorosa, patética imagen para un domingo por la mañana. Y un tremendísimo borrón en mi currículo.
Vale, ya que no teníamos a este Joaquín, tomamos prestado al Joaquín Ranger, que también es de los de "yo si eso, voy tirando..."; poca diferencia apreciamos, la verdad.
Además, reaparición estelar del sh-Sherpa después de Peregrinos (recordad que todavía quedan un par de crónicas), Mario, como podemos ver en la foto, y Enrique, al que no vemos en la foto porque estaba pateando a la Ventana, que no sabemos que le había hecho la pobre máquina...
Un equipo, parece ser que venido de El Espinar, en la Fuente de los Pastores, recuperaba fuerzas y reanudaba la marcha justo cuando nosotros llegábamos a su altura.
Aquí les vemos indecisos en el Camino de Santiago; más adelante nos mandaron un escapado, pero no nos duró demasiado su compañía ;)
Mucho tráfico hoy. Hace quince días no nos cruzábamos con nadie, ¿eh? Bueno, hace una semana tampoco, ni el viernes... Pero es que estos caminos parecen la Gran Vía.
Romería en la Fuente de la Reina.
¡Caramba, Enrique en una foto! No le busquéis en más, que se fue por su lado y que me ha dicho que no nos quiere...
Estas fotos me van a costar la vida; no sabéis lo que me costó enlazar mientras trasteaba con los malditos mandos de la cámara, que hoy estaba rebelde.
Fuenfría, paisajes varios y poca cosa que contar en una etapa tan... poco original.
¡Ah! En la Fuenfría nos abandonó Joaquín, que nos dijo que ya no nos ajuntaba, que no se fiaba de la bajada, y tal y tal... Creo que hizo bien. Últimamente, en momentos culminantes de etapas debemos de poner unas caras muy raras, o nos deben de brillar los ojos --¿nos babearán las fauces, quizás?--, porque nos dicen mucho eso de "yo, desde aquí, ya me vuelvo". ¡Vamos a coger complejo!
Paisajes desde la Calle Alta |
-"¡Mario, mira p'atrás, que te voy a hacer un retrato!"
En el 2º pilón vino lo más divertido de la etapa; sin embargo, es la vez que menos "suelto" he bajado, no sé...
De todos modos, me concentré en seguir al sh-Sh, que no a la máquina llamada Mario que, todo hay que decirlo, nos espero con una paciencia y educación exquisitas. No en vano, sus padres le llevaron a buen colegio. Alguna foto para alegraros la vista y daros, quizás, algo de sana envidia:
¡Fiiiiiuuuuuuuuuuuuuuuuu...! |
Ñec..., ñiiiic..., ñec... |
Pofff..., pofff... ¡¡¡Brrrr!! (Interprétese esta onomatopeya al libre entender del lector) |
El sherpa quejándose de lo que le dolían los antebrazos. No se acordará cuando bajábamos con frenos cantilever (lo último en tecnología americana) y suspensiones de elastómeros caducados (el que los tenía)... Pero, claro, teníamos treinta añitos. Y este año, el señor de la foto cumple el MEDIO SIGLO, que se dice pronto.
Al final de la exigente bajada, un pequeño refrigerio en la fuente.
Y luego, cervecita en Cerce, que nos daba tiempo de sobra para coger el tren y nos la merecíamos.
Adios, paciente lector; que la etapa tampoco se merece mucho más.
¡Buena semana!
La bajadita esa se las trae eh?? Yo la hice el pasado verano y es para ir con una bici de enduro con 150 mm por lo menos.¿Pasastéis el tramo ese de las raices montados?
ResponderEliminarMario, sí. Ignacio y yo miramos para ver si alguien nos miraba, y nos bajamos de la bici. Sssshhhhh...!
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