lunes, 22 de agosto de 2011

La Fuente del Charco de la Rana... ¡existe!

Desde el día aquel en que bajamos en tropel desde la Fuente del Intendente y los boquetes (el Alto y el Bajo) de Majalgrillo y vimos el cartel de la Fuente del Charco de la Rana, me quedé con las ganas de encontrarla, sobre todo después del frustrado intento de localización.

Y como el día era propicio y la compañía no puso mala cara, nos pusimos a ello. Para aprovechar un poco, metí en el gepese tres fuentes para documentar. Dos de ellas no las conocíamos (Majarrompe y la de la Rana famosa) y una la habíamos pasado varias veces, pero nunca habíamos parado: La de la Peseta.


Los sherpas se quejan de que esta cámara no da tanta calidad como la anterior, pero qué le vamos a hacer, ya me compraré otra cuando pueda. Mientras, os dejo una de las fotos de ayer en la que se aprecia que, según pronostica la Teoría de la Relatividad Restringida, la calidad de la foto es inversamente proporcional a la velocidad que lleva el objeto fotografiado. Y más si ésta es próxima a la de la luz.

Sherpa hipersónico. ¡Si es que así no hay quien haga fotos!
Al adelantarnos en la Taquicárdica con un ciclista de Valsaín, animamos un poco en ritmo que, a decir verdad, era bastante... globero (¡si hay que decirlo, se dice!).


Nuestro primer objetivo era la Fuente de Majarrompe (o de la Majada de Rompe). La puñetera está bastante escondida. El caso es que nos pusimos a buscarla en una zona cercana en la que vimos una tolla, pero en realidad es que estaba bastante cerca del camino, pero bien oculta por las piedras.

Pero cuando nos íbamos --después de bastantes minutos de búsqueda infructuosa-- con el rabo entre las piernas (a ver si no cómo), vimos el cartel que la anunciaba.


Como referencia, esta es la bonita vista que se ve desde el camino. Entrando en este claro y a la derecha, está la fuente.


Si no sabes que está ahí, es difícil de ver.

 

Pero la mejor referencia es esta curiosa roca con el serbal encima. Bonito paraje.


Objetivo #1, Ok.

La segunda fuente no tenía dificultad. Avanzando por la pista se ve a la izquierda, además de estar bien señalizada.


El caño capta el agua del pequeño regato. Como es una captación superficial, al probar el agua se nota que está a bastante más temperatura que otras fuentes.

El sherpa-Sherpa, marcando la fuente en su gepese.
Justo enfrente de la Fuente de la Peseta se abre este panorama de la Bola del Mundo.


Desde allí, vuelta atrás y, a menos de un kilómetro, tomamos la Senda del Robledillo, la mismísima que ciclamos el día de la Fuente del Intendente.


Sigue, en pleno agosto, preciosa, llena de helechos y acebos.


¿Veis en esta foto el curioso trofeo de caza que lleva el sherpa-Sherpa colgando desu mochila?


Pequeño contratiempo: Un agujerillo que al final tapona el poquito de líquido que aún llevaba la rueda delantera del sh-Sh. Ete, como buen ingeniero, supervisa.


Y siguiendo la marca hecha atendiendo a la posición de la fuente en el mapa del Ceneam, encontramos la fuenta casi sin dificultad. Digo casi, porque está señalizada en sentido de subida, no en el que nosotros llevábamos.


Dos aspectos (excusas, si queréis) que hicieron que no la encontrara la otra vez: El primero es que el cartel que vimos en la primera ocasión, está a más de un kilómetro por debajo de la fuente. Lo segundo es que las coordenadas que marca el libro de las fuentes de Valsaín son erróneas, y sitúa la fuente así como a 130 metros al noreste, bosque arriba. ¡Así no hay quien juegue!


Es la Fuente del Charco de la Rana una fuente de aguas frescas, bonita, con pretensiones arquitectónicas. No está lejos de la Boca del Asno. Perfecta para subir con un bocata en una mini-excursión y disfrutar de un paraje solitario. Y me permito el lujo de decirlo, porque este blog lo leemos cuatro y no corremos el riesgo de que se masifique; que si no, me lo callaba.


Con el deber cumplido, bajamos despacio y disfrutando por la senda del Robledillo hasta la Boca del Asno para luego dirigirnos a La Granja...


...donde Juan Serrano hizo de anfitrión de los sherpas en las fiestas de su pueblo. Por cierto, me llegan noticias de que Juan Serrano podría convertirse en sherpa-Apa, si es cierta la noticia de que su bici se ha vuelto a estar a punto y lista para revista.


Reposición masiva de líquidos.


Y el sherpa-Kala, que se había levantado tarde y subido a la Fuenfría para despejarse, se unió en el ritual cervecil.


Ná más, salvo que el miércoles o jueves, algo habrá que hacer.

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