jueves, 9 de junio de 2011

Vosotros os lo habéis perdido, ¡chincharsus!

A esta semi-nocturna se iban a puntar cientos y cientos de personas, y al final únicamente salimos Chomin y yo. La verdad es que yo estaba cansadísimo y poco animado, pero mereció la pena ponerse el casco y disfrutar de la bici y del bosque en un día extraño, por ser un día a mitad de semana, y a las siete de la tarde.


Desde la Cruz de la Gallega el  sol, aunque ya bajo en el horizonte, apretaba de lo lindo, como no lo había hecho en todo el día.


En la Fuente de los Pastores hubo un pequeño refrigerio, disfrutando de la maravillosa luz de la tarde y de las vistas del increíble bosque de la Acebeda.


Aunque no había demasiado barro, quedaban restos de las lluvias de los días anteriores: algún charco, torrenteras... Y, sobre todo, un verdor casi asturiano. El bosque del atardecer tiene otros colores y otros aromas diferentes a los del bosque que más conocemos, el de la mañana.

 

Tomamos el cordel de la Fuenfría (la falsa calzada o el Camino de Santiago) como si fuésemos a subir a la Camorca. 


Domingo me conduce hasta el desvío hacia la Camorca que tomamos para rodearla "por detrás", hacia los canchales de la Majada del Cochino. Pero aquí, en lugar de girar a la derecha, lo hacemos en ascenso hacia la izquierda. Pronto aparece un camino.


Pedaleamos cuesta arriba un rato y a 1687 m de altura, me sorprendo de no haber subido nunca antes a este espectacular mirador de la Camorquilla.


Vemos la Bola del Mundo.


Siete Picos.


Peñalara...


Aunque no hay una salida que no sea por donde hemos venido, Chomin tira por el bosque en el que se van colando los rayos ya horizontales del sol.


Tramo sherpa...


...de los que ya no se hacen últimamente: mezcla de "investigación" y fe en que vamos en la dirección correcta. En realidad es fe en la palabra de Chomin; porque si a mí me dejan solo, ahí me quedo dando vueltas. Sherpa de pura cepa que es uno.


Desembocamos donde me había anunciado Domingo, en el acceso a la subida del cerro Pelado.

El bosque ya se oscurece
Atravesamos para tomar la abandonadísima vereda de los Reventones, rebosante de vegetación, casi no se ve el suelo por dónde rodamos. Recuerdo haberla ciclado en investigaciones individuales en veranos pasados, y también recuerdo que no tenía salida. En los mapas también se interrumpe, no desemboca en ningún sitio.

Pero Domingo dice que conoce un sendero.


¿¿¿Un sendero???  Nadie ve un sendero ¿¿no??.


Pero al final, después de sortear piedras y troncos por zonas de bosque que juraría que nunca han sido holladas por pie humano, damos con la vereda de Valbuena y toda esa maraña de sendas y trochas que yo llamo en conjunto la Horizontal del Eresma. Esos caminos que a veces hemos tomado desde la Camorca bajando por los Berciales.

El bosque en penunbra impone respeto. Yo sigo a Chomin como buenamente puedo...


Después de cruzarse con nosotros unos cuantos corzos, el animal más peligroso fue este caballo cerca de Valsaín, que se puso chulo e hizo amago de cocearnos al atravesar "los camiones".

Caballo y sherpa enfrentando sus mentes, cruzando sus miradas. Ganó el caballo.

Las aguas de el Pontón estaban fantasmagóricas a estas horas.


Total: 40 kilómetros en los que, aunque parezca mentira, surcamos sendas y parajes nuevos y sorprendentes. Merece la pena un paréntesis a media semana que relaja y carga las pilas a la vez.
Cargad las pilas (ahora las de vuestras linternas), porque podríamos repetir la próxima semana. Os aseguro que merece la pena hacer el esfuerzo de salir a estar horas tan --en principio-- poco propicias para el pedaleo.

- - -

He comprado hoy "La Balada del Mar Salado", la primera de las historias de Corto Maltés, el personaje de Hugo Pratt. Hace tiempo que andaba detrás de él, y hoy lo he visto en las casetas de la Feria del Libro de Segovia. Resulta que este clásico de 1967 lo publica la ed. Norma ahora: 1ª edición de abril de 2011.

 
No le interesará a nadie, pero me ha hecho ilusión encontrarlo.

3 comentarios:

  1. Joer !!! que envidia... como me hubiera gustado ir, yo si es una noche de finde me apunto, si es entre semana lo tengo un poco más difícil,aunque pensándolo detenidamente entre semana llego de la salidas en bici a las 22 horas, no habrá tanta diferencia,bueno si, que cuando salgo por aquí acabo en casa y por la sierra acabamos en Segovia y hay que cargar la bici en el coche y demás y se va media hora más.
    Yo hice una nocturna con Mammoth por un monte de Villaviciosa de Odon, acabamos casi a la una de la noche y no lo pasamos como los indios.

    ResponderEliminar
  2. Hola Tris.
    ¡¡Muy buena entrada!! me ha gustado mucho leerla. La verdad, dan ganas de salir, como bien dices en mitad de la semana, por la tarde... (parece un bosque de cuento encantado).
    A mi me sale el caballo ése.... y de los gritos que doy, creo que le espanto, a él y a toda la fauna de los alrededores!!!!

    Las fotos...¡¡Geniales!!

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Juan, si organizas otra la semana que viene, me apunto. No obstante, qué hora de salida tenéis los domingos por si puedo éste.

    ResponderEliminar

Hala, escribe sin pasar por moderación de comentarios (siempre que la entrada sea reciente). Ya no tienes excusas:

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.