domingo, 4 de abril de 2010

Pues ¡sí que "hizo" un Pasapán!

Miro la sierra desde mi ventana, y me sorprendo de la amplitud de nuestro recorrido. Visto sobre un mapa no parece tanto los 60 km de la etapa de hoy, pero cuando veo las cumbres que hemos rebasado y las condiciones en la que lo hemos hecho... ¡me canso!

Pese a que las previsiones daban una mañana despejada, las nubes cubrían todo el paisaje y empezamos la etapa con poca ilusión, porque este invierno ya aburre. Hacía, además, fresquete. Los que estaban calentitos eran los sherpas que se quedaron en la camita, pobrecitos.

Decidimos, como estaba propuesto, subir el Pasapán. Para acercarnos sin pisar barros, fuimos por Riofrío hasta las Navillas, todos relajaditos.

Pero desde ahí todo fue terreno horrible. Yo nunca había subido Pasapán con un suelo en tan mal estado.

El cacho pedazo de trozo de cañada que pasamos estaba húmedo, pero aceptablemente ciclable. La verdad es que la cañada siempre se hace dura con sus continuo sube y baja.

Lo bueno era que, de vez en cuando, el sol luchaba por asomarse entre las nubes.

Al pasar la valla, empezaron los barros de verdad, que sólo se terminaron cuando empezó la nieve.

El bosque estaba bonito, con el sol evaporando la lluvia del día anterior.

Mientras, a lo nuestro. Parar un rato para hacer una foto suponía diez minutos de aumentar el ritmo, con la lengua fuera, para alcanzar a esta panda de c***.

Y más barros. Máquinas de todo tipo habían removido el terreno y hacía doblemente dura la ya de por sí dura subida.

Por un momento, parecía que el puerto se despejaba. Sin embargo el frío era -como siempre en Pasapán- nuestro enemigo.

Panoramic view desde la clásica parada en la segunda fuente.

Justo desde aquí, desde la fuente, el barro dio paso a la nieve. Para mi gusto mejor, porque además, en esta ocasión no se acumulaba como en otras ocasiones en ventisqueros en las curvas. Lo que sí se notaba era el cambio de orientación en las últimas revueltas: Lo mismo te helaba el viento que soplaba de cara que, después de girar, comenzabas a sudar de lo lindo. Yo me cambié de guantes largos a mitones en cinco ocasiones durante la etapilla.

Sufriendo, con una mano, aguanté un rato para plasmar en vídeo un trocito de subida. El sh-Kala se aburría un poquito a nuestra velocidad de crucero.

El espejismo del sol había pasado y llegamos a la cima del puerto cubierta de nubes y con un viento cortante de lo más "pasapanero". Aquí hay que subir siempre abrigado, con calzoncillos de cuello alto incluso en pleno verano.

Kalmbres, como siempre servicial, nos abre la puerta. Ya te daremos la propina, chavalín.

A sh-Enriquet le recibe con un bolazo. A nosotros ya nos lo había tirado a media subida. Como he dicho ya, se aburre pedaleando a nuestra velocidad y se entretiene planeando maldades y ejecutándolas.

Sol de medianoche. Paisaje lapón. 3ºC, pero yo tenía más frío que Walt Disney. Rebasamos el puerto y nos dirigimos a la pista de los pantanos de El Espinar. Acordamos pasar Marichiva, antigua conocida nuestra.

Panorámica de los sherpas cuñaos mientras esperábamos a Kala y Chomin, que estaban haciendo unas cosillas en el puerto.

Al poco, llegaron con una sospechosísima sonrisa en la boca. No les preguntamos nada, que allá cada uno...

Otra vez solete. Parada para decidir cruzar por t'olmedio hasta dar con el embalse de arriba, el llamado del Vado de las Cabras.

"¡Por allín, por allín!" -decía el sherpa-Chomin. Por no contrariarle, dijimos que sí, que veeeeeenga, que vaaaaaale.

Enriquet, por t'olmedio, que es el camino topológicamente más extraño: sobre plano, es línea recta pero, curiosamente, es la opción por la que más se tarda. También es verdad que es la más diver.

Unos lugareños andarines, al cruzar una pista, respondieron a una pregunta nuestra con un clarísimo "senda buena por aquí, ninguna". Pues... ¡qué os voy a contar!: Más por t'olmedio. El caso es que salimos como un tiro al embalse.

¿A que parecía un bonito día? Mis piernas no opinaban lo mismo.

La última foto, subiendo Marichiva. Esta vez se nos hizo muy dura la subida. Los tramos de nieve hacían imposible subir montados, además de que no estamos en nuestro mejor momento de forma. ¡Hay que empezar a acumular kilómetros, sherpas!.

¿A que en la foto parece fácil subir Marichiva? ¿A que sí, apoltronado lector?.

A partir de aquí, no más fotos, porque me quedé sin frenos (total y absolutamente inútil el freno trasero) y no me atrevía a utilizar la cámara en marcha.

Al sh-Chomin le pareció poco lo que habíamos hecho y se desvió en Casarás hacia quién-sabe-dónde, opción recurrente entre las opciones del susodicho sherpa. (Ya nos contarás).

Los demás, a casita, que hacía hambre y sed, ignorantes del motor roto del ferrari de Fernando Alonso.

¡MATERIAL EXTRA DE ÚLTIMA HORA!

Extraviadas en la memoria de la cámara (misterios de la Informática, ciencia arcana), aparecieron estos documentos que complementan la información de la etapilla:

  • En la primera instantánea se aprecia lo contento que estaba sh-Sherpa con sh-Chomin por haber propuesto subir Marichiva, y le felicita efusivamente. Kala pasa, que ya está acostumbrado.
  • En la segunda, sh-Enriquet no está contento, ni deja de estarlo: Está medio muerto. A puntito estuvimos de rematarlo allí mismo.
  • Esta es la despedida del sh-Sh en el Camino de los Tanques. Con barro, para variar un poquito.

3 comentarios:

  1. Gracias a dios, aún quedan hombres e informáticos con tiempo, para que los demás disfrutemos en casita. Lo sé cocococococococo; he salido a correr y por la tarde con la flaca y sabiendo lo de esta mañana, casi no me dejan entrar en el Real Sitio (que ha sido puente y mañana debe empezar otra cumbre europea, lo de cumbre será por las comidas que se pegan porque no veo a ninguno subido a Peñalara).

    Bueno, mañana subiré a Valdesquí para cerrar la temporada. Lo de los Pirineos lo hemos descartado, parece que va a hacer malo, y lo de preparar tolos trastos para esquiar con lluvia, como que... NO...

    Parece que el tractor está celoso...

    Felicidad, sherpas.
    Periko.

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  2. POr cierto, el viernes tuvimos Pasión de 100km con la flaca y sh-Roci aguantó como un jabato, ah! y su espalda parece que protestaba, pero poco. Si estás hecho un chaval!!

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  3. Pasapan impuso sus reglas, y nos hizo perder un valioso tiempo para llegar bien a Cercedilla.
    Por lo demás buena etapa para ir acumulando kilometros en las piernas. Para los 101, necesitamos unas cuantas de estas (bueno algunos no, ¿eh Kala?
    Yo lo que necesité fué una grua para levantarme del sofá después de comer.
    PD: grandes fotos las de la subida nevada.
    PD: tareas: que nadie deje de escuchar al menos el corte 12 de la sherpa arradio.

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.