Una clásica, con su poquito de "tó"

Pues sí que tuvimos de casi tó; y tó güeno: su poquito de barro, su poquito de nieve. Su cuesta arriba, su cuesta abajo. Su fresquito (lo justo) y su sudada. No faltaron los cánticos populares bien entonados. Pero poquitos y con miedo, por si algún andarín era Eduardo (Teddy) Bautista camuflado, que nunca se sabe. También su cervecita con tortilla, boquerón y choricín. Y charla en el tren de vuelta. ¡Qué más puede pedir un sherpa, aparte de las chicas!.

Echamos de menos a Chomin, convaleciente de una pequeña cirujía; a Enrique, que está en el páramo. Y sh-Pifolín, con compromisos familiares de última hora, que ya estaba en traje de faena y tó. El que no tiene perdón es el sh-Roci, que cometió pecado mortal saliendo con la flaca, en flagrante contravención de las más básicas normas sherpas. ¡Él se lo ha perdido!.

Como se aprecia en la a-foto, su poquito de barro para comenzar, que las facilidades debilitan. Se ve a sh-Perico pidiendo paso. ¡Y aunque no se lo den!, porque momentos más tarde despeinaba a los que llevaba por delante.

Ya arriba, parece que se pasó de frenada y siguió con otro grupillo hasta quién sabe dónde; luego volvió a reunirse con el grupo. El sherpa siempre es fiel.

Sherpa-Sherpa, que se ha hecho un lifting facial y aun en momentos de máximo sufrimiento, parece que sonríe.

Se acerca la IV Media Maratón de Segovia y nos encontramos grupos de sufridos corredores entrenando en todo lugar y momento. Varios grupos desperdigados venían hoy desde Cercedilla. Los sherpas también estamos en ello: unos correrán y entrenan entre semana, (que el domingo es fiesta de guardar), otros colaboraremos en la organización... En fin, el 21 de marzo todos apoyando.

La subida a la Fuente de la Reina se hace dura, puesto que la nieve, aunque no demasiado abundante, alcanzaba un nivel de dificultad de 3 sherponios. Aclaro, para el que no lo sepa, que el sherponio es una medida objetiva de la dificultad del terreno, en el SIS (Sistema Internacional Sherpa). Un sherponio corresponde a la dureza exacta que hace exclamar al sherpa "esto se pone jodidillo". Un sherponio durante 5 kilómetros equivale exactamente a la energía que se repone con un tercio de Mahou. Clavao.

Fijarse si la dureza era o no era, que en la foto se ve (pinchar pa vel-la en grande) a sh-P echar pie a tierra.

En un momento dado, sh-P se aburría y me arrebató la cámara, razón por la cual se puede disfrutar en el blog de una imagen tan bonita -y pocas veces vista- como la que se muestra a continuación.

Ete llega soplando. Pero en el último tramo de subida a la Fuenfría se recupero bien el jodío.

Sherpas en su hábitat natural. Fotografía gentileza de National Geographic.

La subida al puerto se hizo dura. Quedé retrasado intentando que la cámara funcionara, pero se bloqueaba el objetivo. Y entre ésto y mi incapacidad natural a la hora de mantener la línea recta y seguir las rodadas, llegué un ratito por detrás. ¡No siempre voy a llegar el primero!.

Aquí me esperaban enfadados. Pero pronto nos hicimos amigos de nuevo, e iniciamos la bajada con unos cánticos populares, que somos una raza alegre. En la subida, no; en la subida tós callaos, reconcentraos (a veces llegamos a aberroncharnos) que hay que ahorrar oxígeno.

Nos pusimos como croquetas en la bajada por la pista, que estaba muy húmeda. También había señales de que había hecho bastante frío en las últimas jornadas. Sin embargo hoy disfrutamos de una estupenda temperatura (alrededor de 6º) que automáticamente firmamos para lo que resta de invierno.

Después del mirador de Vicente Aleixandre y de limpiarnos las gafas, nos desviamoa a la izquierda por el divertidísimo sendero que baja hasta Cercedilla.

Paro para hacer el vídeo, y sólo me espera sh-Perico, que disfruta en la bajada como un enanito.

Nada más que no se imagine el amable lector: cervecitas, tortillita, choricito, boquerón en vinagre. Nada que ver con el placer; una mera y prosaica reposición calórica. Una obligación más de la vida que lleva (sobrelleva) el sherpa.

Sh-Richi y sh-Sh, limpitos y sonrientes. Lo de Richi no es lifting (¡todavía!).

Las burras, limpitas y sonrientes. Excepto la de Boli, que acabó con pequeña avería. Poco, de todos modos, para la paliza que las damos.

Y la imagen del día, que no ganamos para sorpresas. Se acerca Carnaval, y en la estación de Cercedilla (juro que no fue la cerveza) se nos apareció el sherpa-Tinky-Winky.

¡Cosa más diabólica, por Dios!