Balance de la Navidad

Pos mu malitamente. Ya está en balance.

Todo han sido comilonas, empachos y mal tiempo. Es lo que tiene que ser en esta época, pero es que no ha habido ni un día bueno.

Esta mañana me he asomado a la ventana y he visto que andaba a la puerta de casa Miguel Strogoff. He quedado con el cuñao y hemos hecho un ratito de bici.

En la estepa siberiana soplaba un viento del norte tirando a importante. El camino de los tanques estaba cubierto de una capita de nieve que se había helado por debajo; la nieve que iba cayendo la barría el viento, dando al camino un aspecto temeroso.

Sin embargo, no avistamos ningún oso polar, pero por ahí andaban, seguro. En el cruce con la carretera decidimos buscar la cañada, que para arriba no tenía buena pinta, ni nosotros ánimos. El catarro hacía mella.

Sherpa de arriba feo, sherpa de abajo muy guapo, a no ser que lean esto mis sobrinos... entonces habrá que cambiarlo.

Foto del charco preferido del sherpa-Kalambrines. Si pasa hoy por aquí, seguro que se tira a hacer un par de largos. Yo lo rodeé, que no llevaba el meyba.

Al pasar por el Pontón, vimos que estaba ya casi lleno. Es lo que pasa siempre: alguien se para a mear y se desborda.

Vuelta por el hoy desierto carril verde del Eresma y a casa, calentitos, que los cambios ya se habían congelado y funcionaban malamente.

Sigue nevando esta tarde; fuerte o flojo, no lo ha dejado en todo el día y las previsiones -al menos las de las temperaturas- van a peor. Si el resfriado nos respeta, nos espera una "interesante" salida el domingo.

¡Ah! Sherpas esquiadores, no se os oye. Sé que entráis, pero no decís nada. ¿Qué tal la nieve?