¡Ya tengo suspensión!

Después de tres meses de espera, ya tengo la suspensión cambiada, barra, puente y retenes nuevecitos... ¡anda que...!

Para mañana tengo ganas, pero sigo algo griposo; además, salgo ahora de viaje y llegaré esta noche, así que para quedar, no demasiado pronto y etapa -si es posible- tranquilita. En principio estamos todos menos el sh-Sherpa, que está de excursión romántico-gastronómica. Sherpa-Enriquet creo que sí que estaba, pero no lo sé seguro.

Que alguien empiece la cadena de llamadas telefónicas, y cuando me llegue, aviso a sh-En.

¡ÚLTIMA HORA!

Mientras los demás practicamos el entrenamiento fraudulento más o menos a escondidas, el sherpa-Sherpa se pasa directamente al doping. Ha sido sorprendido por nuestros corresponsales en Guetaria, donde el doctor Aitor le suministra sustancias de lo más estimulante.

Sh-Sh, sorprendido

¡Así cualquiera! Los estupefacientes recetados han sido: percebitos, salpicón de bogavante, nécora, cocochas, rodaballo y, para desengrasar, chuletón. Antes, para abrir boca, salmonete y chipis. De postre, el inigualable helado de Idiazábal. Todo ello regado, para que entre bien, con unas botellitas de Kripta Gran Reserva.

Pinchar para admirar la textura del bicho.

Materia prima de calidad superior. "El mar está como nunca", dice Aitor. Elkano, como siempre, no decepciona.

¿Qué puedo añadir?