viernes, 29 de mayo de 2009

Un sherpa en el Camino (jornada 5)

Y, es que hoy en día, cualquiera tiene un blog.

Cacabelos - Sarria 87 km

Vaya etapón, exigente por el perfil del recorrido y por el excesivo calor.

Salí tarde, sobre las 9:45, pero es que La Moncloa es uno de esos sitios de los que cuesta marcharse. Enseguida el camino me recuerda lo que me espera hoy, con una larga subida hacia Villafranca que me hace rápidamente subir las pulsaciones. Entre viñas llego a Villafraca, paro ante la puerta del Perdón, estoy más cerca de Santiago.



La subida a Piedrafita comienza dulcemente, con muchos km donde la antigua nacional se desliza por el fondo del valle, sin apenas tráfico, al lado del río, entre frondosos árboles, como un bosque de castaños antes de Trabadelo, lleno de impresionantes ejemplares. Voy adelantando a un rosario de peregrinos a pie, hasta Herrerías, donde las bicis tienen que seguir por el asfalto y los peatones por La Faba.

La vegetación se abre según subo, el calor aumenta; en un largo repecho a la solana noto que voy flojo, me mentalizo en beber continuamente y llevar una cadencia rápida para evitar calambres, y parece que me recupero, coronando a buen ritmo. En toda la subida sólo he visto un ciclista, que subía bastante apajarado.


Bueno, ya estoy en Galicia pero no he terminado de subir, aún quedan 3 eternos kms hasta O Cebreiro, donde llego sobre las 13:00. Visito la siempre sobrecogedora capilla, vacía por cierto, a pesar que las calles del lugar estaban llenas. Sello, y busco un sitio para tomar algo, pero no me apetecía comer, el calor pasado en la subida me tenía bloqueado.



Sabiendo que aún quedaba tela que cortar, decido seguir, pues sé que luego me iba a costar retomar el ritmo.

Hago caso a Tris y me voy por el monte que "pa eso voy en mountain bike"; gran acierto, aunque solo hasta el alto de San Roque, el Alto de Poio claudicará por el asfalto. Ahora sí que tengo que parar y reponer seriamente: enorme bocata que me preparan y más enorme aún cerveza fría. 


Me siento de nuevo con fuerzas e inicio el descenso hacia Triacastela con el propósito de hacerlo por caminos y acerté ¡Qué bajada! Casi 55 minutos enlazando tramos llenos de regueros, piedras, raíces... y peregrinos que me miran con los ojos como platos. La bici se comporta con gran aplomo (¿las alforjas?), de vez en cuando paro a contemplar las vistas, espléndidas. El centenario castaño de Triacastela pone fin al descenso, y ante las dos posibilidades decido ir por Samos. Llego rápido, por asfalto, foto ante el monasterio, pues no puedo entrar dejando la bici sola, y sigo hasta Sarria rodando los últimos 11 km del día.

Mañana ya es el último día fuerte, y además por la tarde, recibo a mis pequeños (y grandes) acompañantes para la etapa final :-).

N. de Tris: Yo, por mi parte, he salido y he hecho unas fotos. No dejéis de pinchar. Fotos panorámicas desde Matabueyes y alrededores y fotos de los bunkers de la Cruz de la Gallega utilizados en la batalla de La Granja, en la primavera del 37. http://www.mediafire.com/?sharekey=db533bb88aa27a6e8ef1259ff1b60e813eb33269e8eb6b75b8eada0a1ae8665a

3 comentarios:

  1. Animo que no queda nada!!! disfruta que de esto te vas ha estar acordando mucho tiempo. Ya nos contaras el por que del viaje.

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  2. Bueno, pues casi está. Ya sabes, imprescindible para completar la etapa de mañana que te endiñes un par de orujos p'al pecho.
    Saluda de mis partes a Pepiño cuando pases por Palas.

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  3. Enrique:

    veo que tuviste un día soleado, me alegro porque la bajada hacia becerrea es preciosa si no hay niebla.

    por favor, por mucho que diga el Tris en la etapa final no des absenta a tus acompañantes.

    ya lo tienes chupao, suerte..

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Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.