Uno se hace vago con la edad, y como soy una semana mayor que cuando publiqué la bitácora pasada, ésta la empiezo más tarde. Será también que estos atardeceres tempranos le hacen a uno más remolón. Me echo en el sillón, me tapo con la mantita, pongo el peliculón de la tele y el sopor me vence. Los sherpas estarán inquietos al otro lado de la pantalla, ¡pero que les den!, que luego no me esperan cuando se me rompe el cambio. Sólo Ete.
Desde la ventana de casa, la sierra amanecía despejada e invitadora, pero cuando nos pusimos a pedalear, las nubes la cubrían por completo. No amenazaba lluvia, pero el día era otoñal, desapacible.
Pedaleamos tranquilos. Cruzamos desde Parque Robledo por la cañada hacia el Rancho de Santillana y pasamos por la Fuente de San Pedro. El Sherpa-Sherpa pasó el último... mal síntoma.
Subimos a la carretera de la Cruz de la Gallega persiguiendo al sherpa-Kala -ya le puedes echar un galgo-. ¡Qué pasa trooonnn!.
Arriba, estuvimos esperando un ratito al sh-Sh, al que perseguía un perraco. Traía mala cara.
Pero mala-mala de verdad. Él es feo, pero no tanto. Traía la tripita mal; por lo visto ayer tarde estuvo tomándose unos mejilloncitos picantes (al punto 7, marikita) en "El Rey del Mejillón".
Los sherpas estuvimos barajando dos hipótesis: la primera decía que los mejillones estaban malos; la segunda, que el sherpa, en su ansia, -todos conocemos bien al sherpa-Escabeche- se olvidó de quitar la concha a los apetitosos bivalvos.
El caso es que desde ese momento nos quedamos como huérfanos. No tuvimos más cánticos, y fue como si nos hubieran abandonado las ganas de vivir. Un qué-sé-yo que nos duró, inconsolables, como dos o tres minutos, a lo más. Así es la amistad sherpa, efímera y frágil.
Por cierto ¿qué tal lo llevas, sherpita?.
P'arriba, p'arriba, ni lento ni rápido, a la Fuente de los Pastores. Las últimas nubes se pegaban obstinadas a las cumbres más altas.

Paré un rato para esta panorámica, y los keibrons de los sherpas desaparecieron de mi vista. ¡Pinchad, pinchad en ella para verla más grande!, y que no os remuerda la conciencia, que no pasa nada... Como no tenéis conciencia...
Con el pundonor que me caracteriza, les dí alcance, incluso les rebasé en la "falsa calzada". Menos al Kalambres de las narices, que corría delante del galgo que le habíamos echado antes.

El día era espléndido en la Pradera de la Fuenfría. Un poquito de viento, un poquito de fresco, pero lo justo, como servido a la carta.

Allí nos hicimos un retrato con los Rangers de Playmobil, que estaban echando una siesta. "¡Levantaos, chicos, y vamos a ver a los tres Abuelos!", -les dijimos. "Bien. ¡Ansiosos estamos por conocellos!"-nos respondieron. Y, prestos, emprendimos la marcha.

Todos p'arriba, casi no se quejaron nada. "Bien", -decían-. También les oía -"Viva"-. O quizás -"Sherpas cabrones"; no sé. Algo decían, pero si no nos siguen, se quedan sin conocer a los "Tres Abuelos", tres añosos pinos de esta zona del pinar.

Paro, hago fotos.

Y me quedo el último, como siempre. Y como siempre digo: el que tiene mérito no es Juanito Oiarzábal; el que tiene mérito es el cámara que le graba. ¿U no?

Abajo, un abuelo y dos nietos.

El abuelo nos cobijó un rato, majestuoso, bajo sus ramas.

Vimos, incluso, una especie de gnomos de los bosques. Buscamos ninfas, pero no hallamos.

Aquí nos despedimos. La cuestabajo nos llamaba -"venid, venid"-. Y los Rangers, duros de oído, se volvieron por donde habíamos venido, que tenían misa de 1 o yo qué sé nos dijeron de vermú en la Concha o algo así.

Los bosques de prietos pinos nos esperaban, sombríos, húmedos, acechantes.

Pues hala, top'abajo, que para eso nos hemos comprado estas bicis y disfrutamos de (relativa) salud.

El Kala, por una vez, se quedó atrás, como consta en este vídeo. Parece que tuvo un pequeño percance en el que casi se rompe los cuernos. Pero no temáis, lectores, que tenemos Kalita para rato. La rabia y el coraje que me da, es que la cuesta no parece tan empinada como en la realidad ¿verdad sherpas?. La tele de Interné engaña mucho.
Piquinio relax, búsqueda de boletus, etc. ¿A que no adivináis quién encontró el único boletus de la etapa?

Desde que dejamos a los Rangers (extraña raza esta, que llegan a casa más limpitos que cuando salen de ella) no volvimos a coger -perdón improbables lectores argentinos- ningún sendero, trocha, camino o similar. Todo bosque-a-través. De manera que no es extraño que de vez en cuando cogiéramos (perdón de nuevo) alguna que otra "liebre". Aquí pillé a sh-Ete en una caída tonta andelashaiga.

Este tramo era que ni pintado para sh-Pifo, a la sazón, en el extranjero, tomándose unas pintas en Dublín. Aunque todos los sherpas tienen que saber que para ir a Dublín, el 16 de junio.
Aquí abajo, un trocito de camino. Puro espejismo.

Nos equivocamos (?) en algún punto, y seguimos el curso del río. Ninguna senda. Cuesta arriba, cuesta abajo, enganchando varias veces el cambio trasero, siguiendo por las resbaladizas piedras del río... Esta parte del bosque, a pesar de las escasas lluvias, estaba muy húmedo. Daba gusto. Yo, además, estrenaba lentillas y todo era nuevo para mí: los árboles estaban todos repartidos a su distancia correspondiente, los piedras en 3-D, en fin, la estereoscopía en plenitud. ¡¡¡El mundo no es plano!!!

Hacía fresquito, pero como ya nos habíamos mojado los pinrelillos, nos daba igual.

El sherpa-Pequeñín disfrutaba como un enanito del bosque. Después de esta foto iba tan ciego que casi me atropella (sic).

Bueno, sherpas, son las tantas y mientras escribo esto me saltan los correos de los sherpas impacientes, que qué pasa, que no he publicado nada, que tal y que cual.
Volvimos por donde habíamos empezado la etapa, cañada hacia Parque Robledo. El epílogo como siempre, pero esta vez con menos cervezas, que la sherpería estaba intranquila. Así que limpieza de burras y p'acasa, que hacía bastante más fresco que por la mañana.

Nos apuntamos para el corderito ¿vale?. Que no se corte nadie, que como vamos a escote, cualquier lector que quiera, que se ponga en contacto con nosotros, que será bien recibido. (Sobre todo, porque no sabemos si tendremos suficientes coches de vuelta). Además, no hay tantos lectores, ¿no?.
He dicho.