La ola de frío siberiano que nos invade no ha podido con el último reducto sherpa que, un domingo más, se ha levantado, se ha lavado la cara, se ha tomado el cafetito caliente y, enfundado en su traje de faena y con bendita inconsciencia, se ha hecho a esos inhóspitos caminos de Dios.
Como el deseo del sherpa-Sherpa era que le fuera a buscar al cuartel general, así lo he hecho. Al llegar allí me he encontrado con la fiel Chuska acurrucada y tiritando en un rinconcillo. Penita me daba la perra más guapa del mundo según mi sobrino Anselmo (el amor le ciega).
Como un clavo, a las 10 bajaba las escaleras. Al pobrecito le dolía la rodilla de la carrera del jueves. Según me cuenta, corre peligro su participación en la próxima Media Maratón. Sin embargo, eso no le impide bajar las escaleras con más garbo que Norma Duval. Se le ve, ¿no?: Parece Mazinger Z.
Nada más comenzar a dar pedales ya nota que el paseíto va a sentarle bien a su lastimada rodilla. Comienza a nevar y por allí aparece Enrique, que se ha venido a veranear este finde a Segovia.
Sigue cayendo nieve, pero la temperatura no llega a bajar de -3º C. Pedalendo globeramente, sin llegar a sudar demasiado, el paseo se hace agradable siempre que el viento no se ponga tonto. Puede que hubiera sido mejor pedalear guarecidos entre pinos, pero nuestros corresponsales en La Granja ya nos habían avisado de que los hielos estaban muy malitos por los Reales Sitios.
Mucha charla, mucha charla... El sherpa-Sherpa nos ha estado contando sus planes de cómo invertir/gastar el dinero que hemos encargado ganar a Enrique con la lotería sherpa. (Cuéntalo, sherpa; tuya es la idea). A mí me gustan los planes. Además, combinan sabiamente ciclismo y placer. No os cuento más.
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¡Qué pasa, cámara!¿eh?¿¡Qué pasa contigo!? |
Aprovechad y sonreid, que hoy me apetece poco sacar la cámara.
Mala pinta tenía Pasapán y alrededores.
Pasando por Ortigosa tomamos nota de este bonito diseño para la nueva caseta de los chicos. Ya tenemos tarea p'al próximo verano.
Un pequeño recorrido turístico por el pueblo, y una fuente más para la colección.
En Otero de Herreros nos entra gazuza. Primera vez que tomamos una bamba en una etapilla. Y para el que le guste el salado más que el dulce, una empanadita rica.
Perdón por la foto delicados lectores. Tenía que ponerla.
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Fruición: Goce muy vivo en el bien que alguien posee: Mi baaaamba. Mi tesoooooro. |
Pues ná. Al pasar por aquí el sh-Sh soltó un "nos vemos" que me dejó un poco pensativo.
Pero se me pasó rápido.
Aquí dejamos la carretera (no puedo decir asfalto, que asfalto no pisamos; todo fue nieve-hielo) y tomamos los caminos que van por Valdeprados y que nos conducirían, de nuevo, a la carretera de La Losa a Madrona.
Fue aquí donde sucedió el único hecho interesante-ligeramente-emocionante de la etapa: En el caserío de Valsequilla, no lejos de Fuentemilanos, quinientos perros (así a ojo) que guardaban un rebaño salieron a nuestro encuentro. Todos de marca desconocida, excepto dos mastines con carta de pedigrí que se dirigieron salvajes y con los ojos inyectados en sangre a por nosotros, pobrecitos sherpas. A lo lejos, el pastor gritaba algo --¿a los perros?¿contra nosotros?-- pero los canes no le hicieron ni caso.
Nos salvó la indecisión de los animales que, no sabiendo con cuál de los tres sherpas quedarse, ni cuál de los tres estaría más rico, difícil elección, desaprovecharon la oportunidad de saber qué regustillo deja un sherpa en el paladar.
Posiblemente debido a este suceso, desde este momento y hasta Segovia aumentamos algo el ritmo de la pedalada. La temperatura era de 0'6º según el termómetro del sh-Enriquet, y así de animados, sin más, terminamos la jornada.
Al pasar por el cuartel general sherpa, la pobre Chuska seguía tiritando. Perra vida.
El general Invierno hoy nos ha derrotado, es verdad. Pero ha sido solo una batalla, sherpas. La victoria será nuestra. Así que, por muy mal que nos lo pinten el próximo fin de semana, algo más ineteresante habrá que hacer ¿no?.
¿Cómo va la pata, Chomin?
Ete, Pablete... ¿seguís en la camita?