Boli y Mateo

Os pongo, sherpas, la foto del feliz padre con su hijo. Podemos apreciar que Mateo está practicamente criado, por lo que espero que Boli (sherpa-Cachagüevos) no tarde en reincorporarse al grupo.

¡El único que tiene excusa para no salir! (Por ahora)

También os pongo la foto de las botas de invierno que no uso desde hace tres temporadas, muertas de risa desde que encogieron un aciago domingo que secaron malamente al calor de un radiador traicionero. Son un 47, pero ahora calculo que servirán para alguien que tenga un 44 o 45. ¿Alguien las toma en acogida?¿Alguien las prohija?. La voluntad. Así sufrago los carretes de fotos.

Cacho pedazo de ganga. ¡Y no huelen a pies!

Las pongo aquí, porque esto se ve más que el Segunda Mano o el eBay.

Entrenando el equilibrio

Dentro de la categoría conocida como "entrenamiento fraudulento", he realizado esta tarde una salida-relámpago. Hora y media con la de ruedas finas, y con más nieve de la que me esperaba.

La principal finalidad de esta entrada es, directamente y sin rodeos, dar envidia a la vez que motivar a los sherpas-remolones/frioleros para que se pongan los leotardos y el pasamontañas y salgan el domingo, que nos vamos a reír.

Pues nada, que eso, que ya está. Que pedalear por nieve con las ruedas finas es mas difícil de lo que parece, porque la trasera no tracciona ni un pimiento, y se va que es un primor. Y en la bajada, no os lo cuento porque os lo podéis imaginar.

¡Y qué contaros del tacto de los cantilever! Un primor, una delicia, una sensación, un placer que ya había olvidado. Y bajando, si no los llevo, me da igual. ¡Ahhh! ¡Tiempos mejores que ya nunca volverán!.

Muuuuucho frío, y el final del carril bici un poco malitamente, que tiene tramos que están todavía totalmentecubiertos de nieve. Y a la vuelta, ya había hielo. Y la cola del Pontón sigue helada. Todo muy rico.

Blanca, aunque no radiante

¡Bonita mañana, pardiez!. Daba gusto levantarse de la cama y acto seguido abrir el balcón de par en par para, todavía en calzoncillos, respirar el tibio aire de la primaveral mañana.

Detrás de la niebla está el acueducto, qué producto.

Yo no sé qué le pasa al resto de la sherpería, pero sólo tendrían que haberse echado una rebequita, y yá está. Unas chanclas y, como mucho, calcetines tobilleros. Yo, que soy un poco friolero, sí que me puse los gayumbitos de cuello alto. Pero tampoco era para tanto. Al salir, el termómetro del equipo marcaba -0º C (que es algo más frío que los +0º C que marcaba a la vuelta, en el carril bici). Durante la etapa, creo que el mercurio no descendió por debajo de los -3º C.

Here we're: Sh-Sh, sh-Ete, sh-Chomin y sh-Tris -ya clásicos-. Además hoy, con la aparición especial del intrépido aspirante Adrián, al que fallaron un par de amigos que no saben lo que se perdieron.

No sabíamos p'aónde ir, pero tomamos el Camino de los Tanques con la intención de dirigirnos a la Risca de Valdeprados. Más adelante, viendo que en Santillana la nieve se mantenía ciclable, decidimos continuar por la Fuente de San Pedro, a ver qué nos deparaba la suerte.

La nieve estaba tan rica y calentita, que Ete decidió probarla. Dice que estaba mullidita y acogedora. Es cierto, porque pude comprobarlo personalmente (no es que no me fiara, pero...) horas más tarde, bajando por el camino del Meadero, el pararelo al del Pino Golondrino.

Non e morto.

Pequeña parada para reagruparnos. La nieve no estaba mal, pero los cambios comenzaban a hacer cosas raras.

Los demás, descansan. Sh-Tris, trabaja.

Reanudamos la marcha por el único camino practicable.

Al parar cuando alcanzamos la pista en los troncos, descubrimos el porqué del extraño comportamiento de las transmisiones en la roldana de Domingo: El hielo la había convertido en ciclíndrica. Las del resto estaban más o menos igual.

¡Troncooo...!

Ligera limpieza de la transmisión y tomamos la dirección de la Fuente de los Pastores, donde tomamos unas chuches. Cuando empezábamos a quedarnos fríos, ¡hala!, de nuevo a las burras. Nevaba en forma de  copos menudos que, si venían de frente, molestaban bastante. Unas gafas de ventisca desde este momento y, sobre todo, al final de la etapa, no habrían venido nada mal.

Sin comentarios.

Los Cinco. Enyd Blyton.

Subimos por el Camino de Santiago, aprovechando las rodadas de un todoterreno. A veces desaparecían, pero no estaba tan mal.

En un resbalón me di cuenta de que llevaba las ruedas a 3'5 de presión, así que desinflé un potitirrinín y la cosa se notó bastante, ya traccionaba y controlaba (relativamente, claro).

Chomin, sujetando un tronco.

En la Fuente de la Reina la cámara me falló, así que completo con las fotos del sherpa-Sherpa, -que sólo las hace cuando paramos-. ¡Así hace fotos cualquiera, no te jiba!. Me tuvo que dar la tarjeta, que parece que en pericia informática, no progresa adecuadamente.

¡Seño, yo me lo sé, yo me lo sé...!

No somos los únicos "piraos". En realidad, somos legión.

El camino de vuelta fue menos divertido, porque hoy había más prisa. Después del amago de subida por el camino, decidimos tirar por el asfalto(?), que se va más rápido. La nieve estaba sin pisar, y se iba suavito, de lujo, exceptuando algún pequeño susto por resbalones causados por cosas indefinidas que se ocultaban bajo la capa de nieve.

Voy a tener que cambiar de cámara, que los manchurrones que afean las bellas instantáneas ya no hay quien los quite, y cada vez me da más pereza abrir el photoshop. Y es que con la nieve se notan más.

Ya he dicho que bajamos por el Meadero (divertido y traicionero) y, cruzando el Pino Golondrino, hacia la vereda de Valbuena y el camino de Navalrincón (yo lo llamo la horizontal del Eresma, que empezaría en la bajada de los Berciales, en la Camorca).

Por cierto, andaban por ahí (los Kamorka): Nos les cruzamos justo antes de llegar a la Fuente de la Reina.

Valsaín, bajada por el sendero de la curva al Eresma y al Pontón, y carril bici, que también estaba espolvoreado de blanco.

¡Foto hacia atrás, que si no lo pongo no os dáis cuenta!

Hay vídeo (incluye voltereta y tirabuzón del menda), pero eso será otro día.